Mujeres profesionales, una imagen de éxito

Las mujeres hemos conquistado poco a poco espacios en todos los ámbitos. En la vida laboral y profesional ha quedado claro que estamos capacitadas para desarrollar cualquier actividad a la par de los hombres. En la actualidad son mujeres las que lideran empresas, instituciones, secretarías, estados y países y muchas de ellas dejan por donde pasan, una huella imborrable.

¿Cómo podemos las mujeres proyectar una imagen profesional y darnos a conocer de una forma más efectiva?

  1.   Identidad: Debes de tener total claridad de quién eres y la forma en la que deseas ser percibida. Esta identidad profesional la conforman tus estudios, el giro de tu negocio o profesión. Te sugiero que definas cómo quieres ser vista a la par del desarrollo de tu negocio, ya sea como emprendedora formal, casual, innovadora, relajada, espiritual, en favor del medio ambiente o apasionada por la tecnología. Los otros 4 factores colaborarán a esta identidad a partir de este punto.
  2.   Conducta: Este punto se refiere a que nuestro actuar crea una imagen profesional. Un arranque súbito de ira puede sentar un precedente en nuestra reputación difícil de borrar.  En ese sentido, debemos conocer los códigos de comportamiento de cada lugar en el que estamos (protocolo) incluyendo saludos, presentaciones, entrevistas, agradecimientos, uso del teléfono y correo electrónico. 
  3.   Actitud: Es innegable, ésta es el mejor (o peor) accesorio que podemos lucir. La actitud se percibe en nuestro semblante, (si vamos por la vida con el ceño fruncido o una mueca permanente de malestar) y en el lenguaje corporal. Una mujer puede gritar a los cuatro vientos que es segura de sí misma, pero si camina con los hombros encorvados y no mira a los ojos a los demás, no es congruente.  No solamente veas tu postura ante un espejo, sino compárala con fotografías y videos de ti. Te puede no gustar al principio, pero así podrás identificar aspectos de tu lenguaje corporal que puedes cambiar gradualmente.
  4. Discurso: Este punto nos habla no solamente de lo que decimos, sino de cómo lo decimos: pronunciación, dicción, modulación, tono, acento, volumen y timbre. Cuidar además de que nuestro discurso sea congruente con tu imagen profesional. El día que debas dar una plática, grábate con el teléfono. Tal vez no te guste, pero te ayudará a detectar áreas de mejora. A partir de ahí puedes entrenar tu oratoria, y tener apoyo de algún asesor profesional. Lo mismo pasa con la comunicación escrita, cuida que tu ortografía sea impecable en redes sociales y por mensajes de texto. Pide a las personas de tu confianza que te hagan saber si frecuentemente empleas palabras como muletillas.
  5.   Imagen: Nada atrae más el éxito que la imagen del éxito. En el ámbito profesional una mujer que se siente cómoda consigo misma lo proyecta. Por eso es importante enviar los mensajes correctos. Estar en nuestro peso envía el mensaje de energía, eficiencia, organización y alta autoestima. Vestir de forma monocromática, con accesorios y maquillaje discreto proyecta una imagen profesional y apta para desempeñar el trabajo. De acuerdo a la industria en la que trabajes, a el rol a desempeñar, los clientes frecuentes y la meta profesional que deseas alcanzar, define tu guardarropa. No es necesario copiar la imagen de alguien más, sino que busques una versión de ti auténtica, poderosa y para externar tus talentos. 

Carmiña Mejía

Experta en imagen y protocolo, conferencista y escritora

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