Este mes llega a las salas una de las películas más esperadas de 2023: Napoleón. Dirigida por Ridley Scott (Gladiador, Alien, Blade Runner) y protagonizada por el gran Joaquín Phoenix (Gladiador, Joker), narra la vida, batallas y triunfos de un personaje inmortalizado en los anales de la historia… El último de los grandes emperadores.
La influencia de Napoleón no puede ser disminuida. Sus logros militares, conquistas e influencia, lo convierten en el artífice de la Europa moderna, el gran maquinista tras muchos de nuestros triunfos (y fracasos) que será explorado por Hollywood, un desafío que luce complicado.
Si bien, hay cintas exitosas del general (Waterloo – 1970) estas se han enfocado en un espacio específico de su vida, no en retratarla por completo. Scott intentará justo eso, recurriendo a la recreación histórica, donde no ha tenido mucho éxito el cine norteamericano, que suele inclinarse a la exageración, no a la fidelidad.
Películas como Gettysburg (1993), Capitán de Mar y Guerra (2003) o Zulu (1964), que representan bien la historia en que se basan, más allá de una simple novelización de los hechos, suelen ser fracasos comerciales, mientras que reinterpretaciones terribles (incluso ofensivas) como Corazón Valiente (1995), El Patriota (2000) o Bohemian Rhapsody (2018) se vuelven éxitos taquilleros, mostrando la preferencia por los clichés y la manufacturación del drama.
Pocas obras veraces alcanzan el estatus que merecen. En ese olimpo podemos encontrar Apollo 13 (1995) o Trece Días (2000) que retratan casi calcados los acontecimientos en que se inspiran, buscando además dar honor a los participantes reales de las historias que nos trajeron aquí.
Es un tema que disgusta, pues la historia, por sí misma, tiene suficiente drama para merecer el respeto de guionistas y directores. Cargas de bayoneta que ganaron batallas contra la adversidad; últimas marchas destinadas al fracaso, que aún así se dieron; posturas morales inamovibles que cambiaron la conciencia popular, son algunos ejemplos que la realidad despliega. No se les necesita agregar drama, solo una mente creativa que sea capaz de retratarlos, con la emoción (y dignidad) que merecen.
Espero que Napoleón sea parte de las excepciones, pues el francés que conquistó una revolución, un país y después un continente, tiene momentos de sobra para llenar este y muchos filmes. La incógnita de su retrato será resuelta el 23 de noviembre. Hasta ese día, soy Cristóbal Ruiz Gaytán, recomendándote… busca una buena película histórica, y disfruta la función.