El abogado de hoy

 

¿Qué competencias son necesarias en la actualidad para construir el perfil de un abogado? Los abogados de la modernidad deben operar en un entorno integral, en una pluralidad cultural, política y multijurisdiccional, deben actualizarse constantemente y moverse en un escenario de nuevas competencias.

Se requiere actualizar el perfil «distinto al abogado tradicional» incorporar además de los conocimientos técnicos y culturales, la calidad y la mercadotecnia a su ejercicio profesional.

Está claro que es un asunto que el mercado jurídico está experimentando apenas el proceso de maduración y aceptación, por el que ya han pasado otros sectores, y este escenario favorece a todos, tanto a los grandes despachos como a los pequeños emprendedores. Es a la fecha el trabajo en equipo sumado a la experiencia y el intercambio de conocimientos la clave de su desarrollo.

Las nuevas competencias de la era digital incluyen por supuesto una excelente preparación en el Derecho, pero también el dominio de la comunicación asertiva, además la generación de negocio, la buena asesoría y atención al cliente, la colaboración en equipo, la resiliencia y empatía, la buena planificación de las agendas, capacidad de aprendizaje y sin faltar la capacidad de análisis, negociación, mediación y liderazgo.

Estamos en un mercado más competitivo, en donde una diferenciación relevante para el cliente es importante para mantenerse presente y activo. Algunos despachos lo han entendido y están adaptando sus estrategias a la demanda de la sociedad actual, una sociedad más informada, inmediata y transparente.

 

INNOVACIÓN EN EL DERECHO

La sociedad requiere de reglas claras y estables en la ley que sean aplicables para generar condiciones de inversión, empleo y crecimiento del Estado; en este sentido los abogados juegan un papel muy importante para la modernización de la justicia que permita un mejor desempeño legal para todos.

El 12 de Julio se celebra en nuestro país el día del abogado, un llamado a la actuación en el marco de la legalidad y la realización de la justicia, prevaleciendo en el abogado una comprensión crítica e innovadora del Derecho para ejercer la profesión con una perspectiva de dignidad y ética.