Por: Cristóbal Ruiz Gaytán Trujillo

Con 56 años de edad James Gunn es uno de los directores y guionistas más cotizados de la industria cinematográfica, uno de los que mayores presupuestos ejerce y hoy, una de las principales figuras en las dos compañías más grandes del medio: Warner Brothers y Disney.

El director de Guardianes de la Galaxia 3 es una figura interesante. Su humor es negro, rayando en lo controversial (lo cuál le ha traído problemas en su vida profesional), pero su talento, facilidad de escritura y sobre todo, su creatividad, le han dado gran estatus. ¿Cómo obtuvo tal éxito? ¿Cuáles son los componentes de una filmografía como la suya? ¿Podemos aprender, o replicar alguna de sus lecciones? Analicemos al personaje.

Primero, la clave de su éxito. El estilo de Gunn es notorio. Sus filmes son una combinación de música, diversión y drama, que se combinan de manera ideal para producir una peculiar sensación, muy difícil de alcanzar: Un momento puedes reír a carcajadas, para llorar al siguiente y rematar con una escena de acción.

Es el sueño de todo guionista, ser capaz de mover a las audiencias como les plazca. Gunn lo consigue explorando sus creaciones. Cada personaje que se introduce tiene personalidad, diseño y comportamiento específicos. Los identificas, por tanto, sientes que los conoces y verlos triunfar o fracasar, te causa emoción.

Suma eso a una selección musical (comenzó su carrera siendo el vocalista de una banda, de ahí su conocimiento en el medio) y tienes una fórmula ganadora.

Segundo, su filmografía. El director ha sabido aprender en cada etapa de su carrera. Mientras otros creativos limitan su estilo una y otra vez con la esperanza de replicar algún éxito pasado, Gunn crece. Por ejemplo, en los 2000 escribió las dos películas de Scooby Doo, éxitos moderados en taquilla, con pésimas críticas. Tenía muchas limitantes, pero supo aprender. No podía usar palabrotas, entonces recurría al humor involuntario. No podía ser violento, pero sí mal intencionado. Vio que funcionaba y qué no, aplicándolo en posteriores proyectos, como Guardianes de la Galaxia.

Incluso dentro de esa franquicia, al ver la primera entrega y la tercera, descubren un director que experimenta más con los planos, que mueve más la cámara, que deja más tiempo las tomas y cuida la edición. El crecimiento es impresionante. Nos enseña que el éxito viene de la autocrítica.

Por último, con él podemos ver la importancia del talento. Hay un argumento común, que habla de sobreponer la disciplina y la constancia.

Es cierto, estos elementos te darán una ventaja competitiva en cualquier medio. Son indispensables para triunfar, pero el talento, construido de los aprendizajes y del ánimo constante para hacer mejor tu trabajo, es igual de importante. Gunn fue despedido de Disney por unos tweets que escribió hace 10 años, movida que habría sepultado la carrera de cualquiera. Sin embargo, era tan valioso por sus ideas, que Warner lo contrató en cuanto la noticia se expuso. Al ver esto, Disney pidió que regresara y buscó negociar. Es en esa negociación, donde se mostró cuánto valía para estas empresas multimillonarias (incluso hoy) la creatividad de un artista.

Warner le cedió control creativo de su rama de superhéroes, y aún con esto, Disney le permitió hacer la tercera parte de Guardianes, para cerrar con broche de oro la trilogía.

Aprendamos de nuestro pasado. Seamos mejores todos los días. El talento, nos puede llevar muy lejos. Sin más que agregar, soy Cristóbal Ruiz Gaytán… Disfruten la función.