Desde antes de la prohibición del plástico, madre e hija desarrollaron un movimiento para disminuir contaminantes.

FÁTIMA GARAY

Comenzaron como usuarias por conciencia propia para cuidar el medio ambiente. Cada vez que iban al supermercado observaban cómo la gente tomaba bolsas de plástico para comprar un solo vegetal o fruta, sin preocuparse dónde terminaría el envoltorio. Fue ahí donde surgió la idea de crear “Ecogama Bolsas Ecológicas”.

“Nos dimos cuenta de que las bolsas de plástico pudrían en poco tiempo las frutas o verduras que comprábamos en el mercado ya que el material plástico y el calor hacen que se deteriore el interior de los productos con mayor facilidad”.

Y es que además de que Sofía, de tan sólo 22 años de edad, estudió la licenciatura de derecho; su madre, Irma, le inculcó desde temprana edad el amor por conservar el medio ambiente.

“Yo tengo experiencia en confección, soy madre de familia. Un día, hace dos años, me puse a hacer una bolsita para nosotros, realmente son fáciles de hacer y aguantan mucho tiempo”, explica Irma.

Sofía e Irma calculan que cada bolsa tiene 15 minutos de confección, desde que sale del hilo, pasa por la máquina de coser y termina en producción. Cada una puede llegar a durar hasta siete años de vida según los cuidados que se tengan con ellas.

“Realmente duran mucho… tengo bolsas que me han durado hasta siete años y no se me han roto o descosido… eso sí, las cuido mucho”.

Existen diferentes tipos de bolsas ecológicas, con sus manos ellas pueden hacer bolsas que resisten de 2, 6, 8 y hasta 10 kilogramos, por lo que se pueden introducir todo tipo de productos sin temor a que se rompan.

Relatan que cada vez que van al supermercado y utilizan estas bolsas, la misma gente se acerca a preguntar dónde se pueden obtener. Aseguran que cada día son más las personas que les llegan a pedir el producto.

“Estamos muy contentas de que la gente quiera un cambio y que cuiden el medio ambiente desde sus casas”.