«Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor»

Benjamin Disraeli

 

Ya ha transcurrido un mes del 2022 y todavía hay oportunidad de reflexionar acerca de las expectativas de lo que los demás esperan de nosotros como empresarios, como empresa, como ciudadanos.

Con el vaivén de la contingencia sanitaria empresas de consultoría se dan a la tarea de realizar estudios que ayuden a las empresas a tener un regreso más productivo, de mayor éxito. En meses recientes “Great Place to Work” realizó con estudio acerca de qué es lo que esperan los jefes de sus colaboradores, los colaboradores de los jefes, la empresa de sus líderes, los colaboradores de la empresa, y así tener una certeza de cuáles son los comportamientos esperados una vez que vamos retomando la normalidad.

Junto con otros estudios realizados por otras empresas especializadas en temas de este tipo, podemos resumir que lo primero que unos esperan de otros es confianza. Partamos de la base filosófica de que no podemos dar lo que no tenemos, es decir, se espera no solo que confíen en nosotros como dueño, jefes o colaboradores, sino que también seamos nosotros quienes confiemos en los que nos rodean. Debemos tener la confianza de que todos en la empresa realizan de la mejor manera las funciones que les corresponden. ¿Qué tanto confías en tu jefe o en tus colaboradores?

Los demás esperan de nosotros empatía. Conectar con los demás. En anteriores entregas de esta colaboración reflexionamos acerca de ponernos en los zapatos de los demás, pero ahora debemos ponernos en la piel de los demás y ser un poco (o un mucho si se requiere) más humanos. La empatía nos ayuda a generar consciencia y ser más condescendientes con los demás, o los demás con nosotros.

Hay que acrecentar nuestro sentido de pertenencia e igualdad en la empresa. Hacer sentir a los demás importantes y que nosotros tengamos esa misma sensación, es importante porque genera la certeza de que somos parte de algo estratégico en la organización. Se generan acciones de tratos justos entre los colaboradores y según el estudio antes mencionado, esto aumenta el orgullo por la empresa, el deseo de las personas por ir a trabajar y permanecer más tiempo en la oficina o espacio de trabajo.

Quienes nos rodean quieren ver en nosotros acciones que vayan «más allá», que estemos siempre empujando hacia adelante a la empresa, a nuestros colaboradores, a nuestras metas. Buscan en nosotros optimismo, actitud positiva. Es decir, que los inspiremos a ser mejores. Debemos volver aspiracional lo que hacemos, cómo lo hacemos y los resultados que obtenemos.

¿Qué tanto inspiras a los demás?

Hasta luego.