Muchos nos dejamos arrastrar por el consumismo aparentando lo que no tenemos o lo que es aún peor, lo que no somos.

¿Sabían que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo? La producción de unos jeans requiere siete mil quinientos litros de agua, eso es lo que en promedio bebe una persona en siete años. La producción de ropa y calzado emite grandes toneladas de químicos, las cantidades de agua que se utilizan para el proceso son exorbitantes, el poliéster que es la fibra más empleada tarda hasta 200 años en degradarse y hasta las fibras naturales como el algodón requieren plaguicidas que causan un deterioro permanente en la tierra.  Esto sin hablar de todo el plástico y cartón que se lleva el empaque para que llegue finalmente al consumidor.

Eso es por el cuidado al medio ambiente, pero ¿somos conscientes qué tanto abonamos al consumismo el seguir modas y tendencias? Creer que valemos como personas porque adquirimos ciertas marcas o seguimos los patrones que rigen la industria, es una contribución dañina a esa vorágine en la que actualmente muchos nos dejamos arrastrar para aparentar lo que no tenemos o lo que es aún peor, lo que no somos.

Con esa conciencia cada vez más crecen los adeptos a la ropa vintage, de saldos o hasta de segunda mano. ¿Pero cuál es la diferencia?

Los saldos son aquella ropa nueva que no se vendió en la temporada primavera-verano u otoño- invierno y se vende con considerables descuentos. Tip para los saldos: es una muy buena oportunidad de comprar piezas clásicas que poco pasan de moda y que por su calidad son costosas como trajes sastres, pantalones de vestir de buena calidad, abrigos o vestidos de fiesta a un menor costo.

La ropa de segunda mano es aquella que ya se usó y que se encuentra en buenas condiciones para ser vendida. Algunas personas son unos magos al adquirir prendas de este tipo y encuentran piezas de enorme calidad a un precio irrisorio. Tips para la ropa de segunda mano: es un muy buen dato estar pendiente de las ventas de cochera que se hacen en colonias de buen nivel socioeconómico, ya que encuentras cosas que se usaron un par de veces y están en excelentes condiciones o aún con la etiqueta. Si no te encanta la idea de usar ropa de otras personas, puedes organizar bazares entre amigos, ya que la ropa que comprarás es de tus conocidos.

La ropa vintage, es toda aquella que tiene al menos veinte años de existencia. En la actualidad hay tiendas especializadas en buscar, restaurar y vender ropa desde los años 20 ‘s hasta finales de los 80´s. En estos lugares puedes encontrar verdaderas joyas que nadie más tendrá, porque comprar vintage te garantiza piezas únicas y te ayuda a crear un estilo muy personal. Tips para la ropa vintage: sigue en redes sociales tiendas especializadas, la gran mayoría exhiben por estos medios las prendas que están a la venta y tienen envíos a todo el país.

Siempre he creído que la moda es una forma de expresar nuestra personalidad, será un buen ejercicio para este año que apenas comienza generar un consumo responsable adquiriendo la ropa que en realidad necesitamos.

¿Ustedes qué opinan?

Carmiña Mejía

Experta en imagen y protocolo, conferencista y escritora

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