POR FÁTIMA GARAY

Porque el envase sí importa, esta colimense transforma botellas en verdaderas obras de arte.

Parecería que separar lo orgánico de lo inorgánico es la tarea con la que todo ciudadano debería cumplir para terminar su labor de reciclaje; sin embargo no todos los materiales tienen una vida después de desecharlos, tal es el caso del vidrio.

Ante este problema ecológico, Martha Helena Vega Flores decidió crear una empresa para fomentar la conciencia en los mexicanos sobre los diferentes usos del vidrio. Transformar una botella de vino o cerveza en un vaso, florero o arte, es el objetivo de New Life-the art of the R.

“Siempre me surgió la necesidad de saber qué pasaba con el vidrio, me di cuenta de que una sola botella tarda hasta 4 mil años en desintegrarse. Fue por esto que me decidí a emprender”.

De esta forma, asegura, se crea una economía circular con el objetivo de mostrar los beneficios y valor del vidrio. “Así la gente lo va cuidando más, lo va reciclando y el vidrio deja de estar tirado en las calles”.

Es por ello que uno de los fines de esta empresa es crear conciencia en la población.

“El vidrio no es basura porque es 100 por ciento reciclable. El vidrio no se contamina, se vuelve a fundir y se vuelve a crear, solito tiene su propio ciclo”.

Para preparar una botella para una segunda vida, Martha señala que debe pasar un proceso de selección, lavado, pulido, lim- pieza y secado para así, prepararla para su nuevo objetivo.

“Una sola botella se puede convertir en cualquier cosa… en un vaso, veladora, florero, maceta, lámpara, hielera, quesera e incluso, alcancías… ahora sí para lo que tu imaginación te de”.

Afirma que las ideas surgen constante- mente. Para transformar una botella Martha tarda hasta una hora y asegura que el tiempo de vida es infinita. Señala que a la semana utiliza 500 botellas para darles una segunda vida.

New Life-the art of the R ofrece acopio de vidrio, además de venta de artículos realizados con cristal a precios accesibles. En cuanto a las metas, espera poder contar con un horno, además de poder tener un taller en forma. Sin embargo resalta que lo más importante ahora, es que la población tome conciencia.

“Tus botellas te van a servir a tí, esto es un ganar-ganar. Esto no es una moda, sino que ahora ya vemos las calles inundadas de vidrio y muchas de ellas causa- ron incendios por el efecto lupa. Empecemos a generar un cambio, pero hay que hacerlo juntos”.