He pasado mucho tiempo con los clientes tratando de ayudarlos a mantener sus inventarios, que sus ventas se generen correctamente, que no pierdan controles de pagos y cobranzas, pero cuando el reto es integrar la contabilidad y sobre todo determinar cuál es el costo real de sus productos ya sean de producción o no, ha sido una de las experiencias más enriquecedoras. Cuando logran conocer realmente la información esto los lleva a una mejor toma de decisiones.

Imagina que llega la materia prima o el pedido del proveedor, pero este te generó un costo por flete, me dijo el ferretero que para descargar esa mercancía y ponerla en el lugar indicado utilice personal y me generó un costo de maniobra, y bueno ponernos a pensar en cuántas personas se dedican a almacenar la mercancía, o si hablamos de producción, pensemos en el proceso de fabricación de un producto, sin perder de vista algunos costos que pueden ser directos o indirectos como luz utilizada para maquinarias, equipo necesario de trabajo, entre otros, nos pone a pensar si realmente a nuestros productos les estamos calculando de forma correcta el precio de venta, si en verdad hay utilidades dentro de la empresa o estamos en pérdida.

La determinación de costos arroja luces sobre las actividades que traen ganancias y aquellas que resultan en pérdidas. Por eso, cuando no realizamos esta tarea con precisión resulta imposible crear planes de acción estratégicos y terminamos enfocando esfuerzos en trabajos que pueden no generar los ingresos deseados.

Un buen análisis de los costos de nuestra empresa ayuda a determinar en qué parte de la cadena de producción o cual de las áreas de trabajo es realmente redituable o en qué área es posible reducir costos y eliminar gastos innecesarios.

De no llevar un buen control podemos caer en gastos hormiga, compras innecesarias, sobrecostos en los flujos de trabajo y pérdidas ocasionadas por la inactividad de trabajadores y/o maquinaria, entre otros egresos que impactan seriamente las finanzas de cualquier negocio. 

Cuando no se lleva a cabo, es muy fácil caer en problemas de iliquidez. 

Uno de mis clientes me contó un día que cuándo analizó el costo del flete, le resultaba mucho más caro traer la mercancía que lo que realmente costaba con el proveedor y analizando sus ventas tardaba mucho tiempo en reponer la inversión, por lo que la mercancía pasaba mucho tiempo almacenada lo que también le generaba un costo porque quitaba el espacio para mercancía que realmente se vendía con mayor margen y no podía conservarla en buen estado.

Definitivamente es algo que requiere de un buen análisis sobre todo cuando queremos llevar a nuestra empresa a otro nivel. No debemos olvidar que al momento de calcular costos de producción incluir algunos gastos como:

Materia prima: debemos contabilizar todos los valores relacionados con el precio final: flete, seguros, aduana, impuestos, etc.

Mano de obra: este cálculo incluye el sueldo bruto del empleado, las prestaciones, impuestos, beneficios, dotaciones y capacitaciones.

Costos generales de fabricación: incluyen costos de producción como alquiler, maquinaria, servicios públicos, mantenimiento, depreciación de los activos y demás que influyan directa o indirectamente en la producción de la organización. 

 

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María del Carmen Lorenzo Cabrera

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