POR Fátima Garay

El pañal de tela es una alternativa fácil y cómoda para cuidar al planeta

Aunque la incontinencia urinaria se asocia con la vejez, también llega a afectar a personas que cuentan con alguna discapacidad. La Organización Mundial de la Salud la define como la pérdida involuntaria de orina desde la vejiga. Esta pérdida ocurre habitualmente por vía uretral, pero también puede haber escape de orina a través de fístulas, las cuales contribuyen una entidad aparte, pero siempre deben ser consideradas tras un diagnóstico. Estudios epidemiológicos muestran que se trata de una urgencia incontrolable de ir al baño con una frecuencia de más de ocho veces al día o más de tres veces durante la noche.

Existen varios tipos de incontinencia urinaria: la producida a causa de un esfuerzo físico o al momento de reír, estornudar, toser o cargar un objeto pesado; la de emergencia, precedida por un deseo muy grande de orinar y que se presenta de manera súbita; la de rebotamiento, causada por una obstrucción urinaria que provoca el llenado de la vejiga y su posterior vaciado; y la mixta, en la que se combinan la incontinencia por urgencia y la de esfuerzo.

La Secretaría de Salud señala que una edad avanzada, tener deterioro cognitivo o funcional, inmovilidad, estreñimiento, diabetes mellitus, enfermedades cerebrovasculares, infecciones urinarias o tomar algunos fármacos, son factores que propician este padecimiento.

Asimismo informa que la IU afecta en torno del 20 al 25 por ciento en personas mayores de 65 años de edad, con prevalencias de un 15 por ciento entre quienes viven en domicilios y están sanas, hasta un 35 por ciento en personas hospitalizadas y de entre un 40 a un 77 por ciento en adultos mayores que viven en residencias. Se estima que de cada cuatro personas que sufren este padecimiento tres son mujeres, sin embargo la cifra se iguala a la edad de 80 años. Esta situación urinaria afecta por igual a personas de cualquier raza.

Una de las mayores consecuencias de la incontinencia es el aislamiento social de quienes la padecen, además de generar un impacto negativo originando múltiples y varias repercusiones que afectan tanto al cuerpo, bolsillo y sentimientos.

La especialista Liliam Rodríguez, señala que las consecuencias pueden ir desde úlceras por presión, infecciones de las vías urinarias, fracturas, depresión, dependencia, estrés en familia, amigos y cuidadores hasta un aumento considerable de los costos económicos como lavandería, labor de enfermeras y cuidadores.

Actualmente existen tratamientos para esta situación, sin embargo es recomendable que se dé un enfoque personalizado en cada caso y tener unas expectativas realistas en cuanto a los resultados que pueden obtenerse; además de informar cómo se puede mejorar el problema, promover la autoimagen y autoestima, utilizar ropa cómoda, alimentarse equilibradamente y mantener un peso adecuado.

Pero para que la incontinencia urinaria no afecte a la vida diaria de las personas mayores existen diferentes métodos para combatir este problema, entre los que destacan los pañales de tela. Josehandi Citlalli Camacho Valdez es una colimense que desde el 2017 vende pañales de tela para adultos mayores.

Las características de este tipo de pañal es que además de ser biodegradables y ayudar a la no contaminación del medio ambiente, son ligeros, duran hasta cuatro años, es fácil usarlos y las personas se sienten más frescas.

“Este tipo de pañal es una alternativa ecológica, no se diferencia mucho a las demás. Cuenta con botones de ajuste, ya que suelen ser unitallas y con una cubierta de plástico que además de dejar transpirar, evita que la orina salga del pañal y la persona no se moja”.

Este tipo de pañal se puede lavar a mano y en lavadora, teniendo un tiempo de secado de hasta tres horas… Su costo varía dependiendo la marca, sin embargo el precio base en Colima es de 400 pesos con una duración de cuatro años.

“Con estos pañales de tela se evita que sufran de rozaduras en la piel porque es más natural, transpira el cuerpo, pero si no se tiene el cuidado de no cambiar- se en cuatro horas, sí se puede generar una rozadura o una infección”.

Algunas de las ventajas de los pañales de tela para adultos mayores van desde que las telas naturales que se utilizan como el algodón, la franela o el bambú, no causan alergias en la piel y son menos propensos a ocasionar enfermedades; son ecológicos gracias a su reutilización y son económicos, ya que aunque los pañales de tela implican un costo alto en la primera compra, a largo plazo se convierte en una gran inversión.