DR. YONATAN SAÚL DE SANTOS QUINTANA
- Traumatología y Ortopedia
Especialidad en Cirugía Articular y Artroscopia - Especialidad en Traumatología y Ortopedia en el Hospital General de Morelia “Dr. Miguel Silva”, avalado por la UNAM.
- Alta Especialidad en Cirugía Articular Reconstructiva y Artroscopia en el Hospital Regional en León Guanajuato.
- Fellowship en Artroscopia de Hombro en Barcelona, España.
- Certificado por el Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología.
En la actualidad la colocación de una prótesis, tanto en cadera, como en la rodilla, son cirugías que se realizan con gran frecuencia. Son procedimientos que tienen la finalidad de mejorar la calidad de vida del paciente y disminuir el dolor. Normalmente en una articulación sana, hay presencia de cartílago que recubre las superficies de los huesos, permitiendo un movimiento suave y sin dolor, pero cuando hay daño de este cartílago, se presenta dolor, rigidez y limitación funcional que dependerá de la gravedad de la lesión.
Hay varios padecimiento que pueden generar artrosis de una articulación, tanto enfermedades reumáticas, problemas en la alineación de una extremidad, por secuelas de fracturas en las articulación o lesiones ligamentarias sin tratamiento.
Cuando hay daño importante en una articulación se puede realizar la sustitución completa de esta, por una prótesis articular, que consiste en realizar cortes especiales en las superficies de los huesos y colocar implantes de metal para restituir el movimiento que se ha perdido. En ocasiones estos implantes se fijan con un cemento especial que se adhiere al hueso. La colocación de una prótesis articular de rodilla o cadera son de las intervenciones con mayor éxito en ortopedia y con resultados excelentes.
En promedio una prótesis tiene una durabilidad de 15 años, pero esto puede variar de acuerdo a varios factores que pueden alargar o acortar este tiempo como son: la edad y el peso del paciente, enfermedades reumáticas preexistentes, la intensidad de actividad física que se realicen con la prótesis colocada, así como el tipo de implantes utilizados inicialmente.
Cuando una prótesis llega al término de su durabilidad, independientemente del motivo, es cuando se tiene que realizar un recambio de esa prótesis, a ese procedimiento se le llama cirugía de revisión o artroplastia de revisión.
De los principales motivos por el cual puede ser necesario cambiar una prótesis son los siguientes:
A ojamiento: Es cuando la prótesis ya no se encuentra fija al hueso, suele presentarse por lo general con dolor, así como limitación para realizar los movimiento que se tenían previamente. En ocasiones el aflojamiento no es en todos los componentes de la prótesis y solo puede ser necesario cambiar esas partes en específico. El a ojamiento es de las causas más comunes de revisión protésica.
Desgaste: Las prótesis tienen varios componentes que pueden ser de polietileno, cerámica o metal, como son implantes rígidos que están sometidos a fuerzas de fricción constantemente, al ir pasando el tiempo, de acuerdo al uso y actividad física del paciente, van perdiendo su propiedades para tener una movilidad suave o una función adecuada.
Fractura: Se puede presentar una fractura cerca del hueso de donde está fija la prótesis ya sea por una caída al ir caminando o durante un accidente. Esto puede hacer que el implante pierda su estabilidad o su fijación al hueso y se le llama fractura periprotésica. Dependiendo de la zona de fractura y del tipo de prótesis que se tenga, puede llegar a requerirse cambiar por completo la prótesis o dejar el mismo implante y tratar la fracturas con placas especiales para reconstruir el hueso.
Infección: Como todo procedimiento quirúrgico que se realiza, siempre está la probabilidad de presentar una infección de la herida quirúrgica o de los implantes que se usan, por lo general el riesgo durante cirugías de colocación de prótesis primarias es bajo, pudiendo llegar a ser del 2%. La infección se puede presentar durante la cirugía o meses después de la colocación de la prótesis, esto por algún microorganismo que se presente en la sangre, ya sea que se tenga una infección dental, en vías urinarias o alguna parte alterna del cuerpo y hace que la bacteria pueda llegar hasta el implante y se fije a él. Puede ser necesario retirar la prótesis, e iniciar un esquema de antibióticos específicos y posteriormente colocar una nueva prótesis, llegando a requerir varias cirugías para la resolución de la infección.
Una cirugía de revisión para realizar el cambio una prótesis, por lo general son procedimientos con un alto grado de complejidad, que el de colocar una prótesis primaria. Por lo que estas cirugías deben de ser cuidadosamente planificadas y prever todas las complicaciones que se pudieran llegar a presentar durante la intervención, el contar con todo el equipo e instrumental necesario para poder retirar adecuadamente los implantes y poder colocar con éxito los nuevos.
El recambio de una prótesis no está limitado a una sola ocasión, se puede realizar la revisión de la segunda o tercera prótesis que se haya colocado, todo esto de acuerdo a condiciones del paciente y calidad de hueso que se tenga.
El paciente tiene que estar enterado que al realizar un recambio, las probabilidades de que este nuevo implante tenga un resultado bueno o excelente van disminuyendo con cada recambio que se realice, pudiendo ser necesario en ciertas situaciones realizar la resección de hueso para poder colocar una prótesis de mayor tamaño.
Aquel paciente que cuente con una prótesis articular, requiere de un seguimiento periódico, una revisión de los arcos de movilidad, controles radiográficos de la prótesis, control del peso, así como acudir a valoración al notar molestias con su articulación, ya sea que se inicie con dolor o presente disminución de los rangos de movimiento. Esto con la nalidad de poder detectar oportunamente algún a ojamiento o desgaste prematuro y poder realizar una revisión de la prótesis oportunamente y con una mayor probabilidad de éxito.
En la actualidad se cuenta con una variedad inmensa de prótesis, ya sea para la rodilla o cadera, que se pueden adaptar a todo tipo de pacientes. En la gran mayoría de los casos se puede llegar a mejorar significativamente su calidad de vida y recuperar la independencia para el paciente, que en ocasiones se puede llegar a perder, por desgaste de la articulación o de la misma prótesis.
