El cine gasta mucho en publicidad. Su inversión anual (de acuerdo a Statista) se acerca a los 4 mil millones de dólares, es decir, 92 mil millones de pesos (solo de Hollywood). Para contextualizar, esa cantidad, distribuida entre los 129 millones de mexicanos, nos daría a cada uno más de 700 millones de pesos. Nada mal para ganar en el año.
Su publicidad, sin embargo, es de la más original y notoria. En este rubro están los mejores mercadólogos, publicistas y creativos del mundo, quienes constantemente inventan nuevas maneras de mover las emociones del público. Algunas son básicas, como aprovechar la nostalgia por alguna marca o invertir dinero en comerciales de juguetes, que siempre atraerán a las infancias. Otras, son más interesantes y vale la pena revisarlas para extraer de sus prácticas métodos que, posiblemente, puedan inspirar nuestras empresas.
Por ejemplo, si lo que buscas es llegar al consumidor y que este te acepte sin levantar barreras, hazlo por el estómago. Hamburguesas con logos impresos, pizzas con formas, tortillas cortadas de cierta manera, todo vale. Por alguna razón, las personas adoramos comer logotipos.
¿Publicidad digital? Filtra contenido, hazte noticia. El mundo está en una severa crisis de información, no porque haya poca, todo lo contrario. Buscamos temas en los que coincidir, algo que nos conecte. Crear una noticia artificial, inofensiva para tu marca (en el cine son las “filtraciones” de información, de trailers, de datos secretos) ayuda para empoderar al consumidor, haciéndolo creer que te ha vencido y aceptando tu producto como suyo.
Causar polémica también es una buena opción. Hacer algo mal y luego corregirlo, ayuda a que las personas hablen y presten atención a tu campaña, para que después la modifiques “escuchándolos”. Así, atrajiste la atención y les diste un “extra” por “levantar la voz”.
También ser disruptivo. Carteles gigantes casi incomprensibles; paradas de autobuses decoradas de forma interactiva; espectáculos improvisados en la calle, todo vale, siempre y cuando llame a la viralidad, atendiendo a esa necesidad moderna e incontrolable de compartirlo todo.
Por último, una de las técnicas más viejas, probada y comprobada: expectativa. Las mejores campañas se enfocan casi por completo en ello. Materiales misteriosos, la promesa de algo que viene, páginas fantasma, las posibilidades son infinitas, como lo es la publicidad, que se está volviendo indispensable en la competencia digital que habitamos.
Si te falta un publicista, o un agente creativo, búscalo. Cada día se acerca más la necesidad de tenerlo cerca. Hoy, aún están al alcance. Mañana, será difícil encontrar uno bueno. Sin más que agregar, soy Cristóbal Ruiz Gaytán… Disfruten la función.
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