Los recientes incendios en la entidad me recordaron una historia que ocurrió allá por 2018 en California, Estados Unidos, con Allyn Pierce como protagonista, un enfermero de la localidad de Paradise, quien, junto a dos compañeros más, se montó en su corcel de acero, su Toyota Tundra, y se internó en el fuego para salvar las vidas de aquellos que no lograron evadir las llamas a tiempo.

Pierce ayudó no solo a trasladar personal y a gente herida, también logró mover grandes cantidades de equipo al estacionamiento del hospital donde trabajaba, gracias a lo cual se pudo establecer un centro de emergencia para ayudar a los innumerables pacientes que no paraban de llegar.

Pero el fuego no cedía y pronto hubo que hacer otro traslado, esta vez a 100 metros más, donde nuevamente la Toyota Tundra de Allyn aceptó su misión, y por segunda vez, cruzó el fuego llevando en su interior a todo y a todos aquellos que lo necesitaron.

Los esfuerzos de jinete y corcel no fueron en vano, y aquel día, incontables vidas fueron salvadas por el enfermero, pero una vez a salvo, los daños en la pesada unidad pudieron ser apreciados, dando además una importante dimensión del riesgo que se había corrido.

Las llamas abrazaron la pintura de la camioneta, y fue tanto el calor, que grandes porciones de las defensas y faros se derritieron. En algún momento Pierce sintió tanto terror que grabó un mensaje de despedida para su familia: “En caso de que no lo consiga, quiero que sepan que de veras hice todo lo que pude para salir”.

Al final el heroísmo se impuso, y pese a que nuestro protagonista no desea ser llamado así, no me cabe duda de que no hay otro título más a su altura y la de todos los que le ayudaron, que el de héroe.

Pero la historia no acabó aquí, pues ya con las llamas extintas, la historia del humilde enfermero se volvió viral, y grandes medios, como el New York Times, hicieron eco de su hazaña, es ahí donde entró Toyota USA, quienes de la mano con Rockstar Garage, no solo le entregaron una nueva Toyota Tundra, sino que además la modificaron para rendir homenaje a su predecesora, pintándola con un esquema de color que imita las marcas que dejaron las llamas en la anterior unidad.

Pero eso no fue todo, pues la nueva camioneta lleva ruedas todoterreno más grandes que las de serie, se elevó aún más su suspensión, se le agregó un parachoques nuevo, portaequipajes en el techo, y una jaula de seguridad que incluye un tanque de CO2 para ayudar a inflar los neumáticos.

Aprovecho este espacio para dar mi reconocimiento a todos aquellos que, en días pasados, combatieron los múltiples incendios que azotaron la zona cerril en Manzanillo, el riesgo que corren para salvaguardar la integridad de todos es algo que jamás se les podrá agradecer lo suficiente.