POR Aarón Andrade Ramírez
Una necesidad para el estado.
Un mercado o central de abastos tienen como objetivo reunir en un solo punto a todas las persona dedicadas al comercio de diversos productos del campo y mercancías de la canasta básica, en este lugar se tendrían contempladas bodegas para el almacén de frutas y verduras, carnes de diferentes tipos, productos del mar, productos desechables, locales de comida y amplios andenes de carga y descarga para facilitar el trabajo de vendedores y compradores, beneficiando así a un gran número de negocios en el estado.
Felipe Santana Linares presidente de la CANIRAC y empresario restaurantero comentó que “el dinero en el estado no tiene el movimiento que debería, lo que ha generado tensión en la industria restaurantera y en las diferentes cámaras empresariales”.
“Tenemos un promedio estimado de acuerdo a las cifras del INEGI de 5,000 unidades de negocios, por lo que el sector de servicios nos ubica como el empleador número uno del estado, generando un gran impacto en la economía local por la forma en la que trabajamos y en la que ofrecemos trabajo”.
Asegura Felipe Santana que los restauranteros están comprando los insumos en Colima al precio de un minorista o un ama de casa, “existen negocios que nos ofrecen un descuento en pago de efectivo o porque tenemos un consumo mensual o condicionado, pero aun así los precios están muy desfasados en comparación con Guadalajara o la CDMX”.
De ahí la pregunta: ¿Por qué en Colima no existe un mercado de abastos?, poder trabajar con el producto local y que estuviera en un lugar estratégico para el beneficio de todos.
Existe un grupo de empresarios restauranteros que se reúnen para hacer compras de mayoreo con bodegueros de la ciudad de Guadalajara, porque les parece más rentable juntarse y traer un camión con productos y después distribuirlo en Colima.
Todos estos factores hacen pensar a los empresarios en lo que se debe hacer para mejorar la situación económica local, y un mercado de abastos puede ser una parte de la solución.
Se trabaja en un análisis del mercado colimense y sus alrededores asegura Felipe Santana. “debido a esa necesidad hemos estado hablando con un grupo de restauranteros de Tecomán, Manzanillo, la ciudad de Colima, Melaque, Barra de Navidad y los restaurantes de toda la costa. Estamos en la búsqueda para saber quiénes serían los interesados, y a quienes ya se les compra para garantizarles la conveniencia del proyecto”.
“Esto lo deben de regir las personas que lleguen a estar interesadas, bodegueros grandes que tengan la capacidad técnica y económica. Yo creo que sería un mercado muy interesante y una de las propuestas es que los inversionistas principales se quedaran con el 75 % del espacio y el otro 25 % para que lo comercialice el mercado local”.
Otro punto crítico que afecta al sector restaurantero es la inversión en plásticos, un restaurante promedio gasta entre 15 a 60 mil pesos al mes en productos blancos, es decir: servilletas, papel higiénico, bolsas, trapeadores, desechables, etc…
“El sector restaurantero ha estado aguantando diversos golpes con aumentos en el agua, en la luz y en los diferentes productos, súmale que inició este año y a partir de enero hemos sentido una baja considerable en nuestras ventas”.
En Colima ya existe un espacio destinado para el proyecto de mercado de abastos, que ha quedado en el abandono, una superficie de 2 mil 610 metros cuadrados, con una edificación en dos niveles, y andenes adaptados para la carga y descarga, un espacio que se suponía sería un punto estratégico para las compras de la población en la que se invirtieron varios millones de pesos.
“No se sabe las razones principales por las que la obra del mercado de abastos quedó inconclusa, pero sí se puede decir que ya es momento de que se retome el proyecto”. Aseguró Felipe Santana.
“Toda esta problemática genera la necesidad de ese espacio, si no es en ese edificio que ya está acondicionado se puede buscar otro lugar, sabemos que se necesita de mucho organización, la problemática ya fue explicada las autoridades tanto municipales como estatales, tienen buenas intenciones, y esperemos que sean de gran ayuda”.
Lo más interesante es analizar todas las variables, en Colima hay una producción importante en la agricultura, la ganadería y la pesca, sectores que también se pueden ver beneficiados.
El presidente de CANIRAC asegura “Si el mercado de abastos se logra vendrá gente de Armería, Melaque, Barra de Navidad y otras localidades aledañas; porque siempre será más fácil llegar a Colima que irse hasta Guadalajara o Michoacán, lo que podría convertirse en un punto de intercambio que pueda ir creciendo con diferentes productos y con la implementación de diferentes servicios para los camiones de carga, mayor venta de gasolina y comida; los bancos tendrán nuevos clientes, y el dinero comenzará a moverse más por que ese tipo de negocios se maneja con efectivo, y puede convertirse en un lugar que ayude a detonar la economía del estado”.