Con el paso de los años, nuestra sociedad ha ido evolucionando poco a poco, sin embargo, de la última década hacia nuestros días, la participación de las mujeres en los diversos ámbitos sociales ha sido notoriamente sobresaliente, dando como consecuencia cambios significativos en los “roles tradicionales de hombres y mujeres en la vida diaria”, este hecho es un gran avance para nuestra estructura y orden social y como consecuencia ha venido tomando importancia la aplicación de la “Perspectiva de género”. Un claro ejemplo han sido las elecciones de este año, que, por primera vez en la historia de nuestro País, seis mujeres serán gobernadoras de sus estados, así pues, independientemente de las preferencias políticas de cada quien, es un orgullo que Colima sea representado por una mujer.
Para entender más este concepto, definamos el significado de “Perspectiva de género”, de acuerdo con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.
De igual manera, es necesario definir los “estereotipos de género”, que es la visión generalizada o grupo estructurado de creencias sobre los atributos personales de mujeres y hombres, en razón de sus diferentes funciones físicas, biológicas, sexuales y sociales, cabe señalar que la estereotipación no siempre es negativa o problemática, sino únicamente cuando los estereotipos limitan la capacidad de las personas para construir y tomar decisiones sobre sus propios proyectos de vida y se crean jerarquías de género.
Por ejemplo, tradicionalmente identificamos a los hombres como quienes salen a trabajar y proveen a la familia, y las mujeres somos consideradas como quienes deben quedarse en casa para realizar las labores domésticas y criar a los hijos (por ser conductas socialmente estereotipadas para cada género), estos tipos de estereotipos nocivos son los que debemos erradicar y es obligación del Estado tomar todas las medidas necesarias para eliminar y erradicar todo tipo de discriminación con base en una perspectiva de género.
Así, el derecho juega un papel importante en el combate de los estereotipos perjudiciales, ya que es la rama encargada de legislar para garantizar y proteger los derechos de las personas, entre ellos el de identidad de género estereotipada, la que precisamente es reconocida por la ley como nociva y que requiere de reparación legal. Como ejemplo de esto podemos observar el robustecimiento de los criterios jurisprudenciales y preceptos legales que ha pronunciado la Suprema Corte de Justicia de nuestro país, introduciendo figuras novedosas en nuestro ámbito jurídico como la compensación a favor de la o el cónyuge que se dedicó preponderantemente a las labores domésticas o la doble jornada.
Otro ejemplo, es la “Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer”, ya que es uno de los tratados internacionales de derechos humanos que exige la eliminación de los estereotipos perjudiciales de género con el fin de asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre. De esta manera está emergiendo un consenso internacional sobre la importancia de luchar contra la estereotipación de género como requisito para lograr la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
En conclusión, debemos entender que la correcta aplicación de la “Perspectiva de género” mejora nuestro contexto social ya que enriquece el desarrollo de nuestro entorno en general, de ahí la importancia de que los Tribunales y órganos jurisdiccionales de nuestro País juzguen con perspectiva de género para evitar y erradicar la discriminación de las mujeres.
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