«Siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se hace».

– Franklin D. Roosevelt

La tendencia del trabajo, una vez que estamos al 99 % de la normalidad antes de la pausa sanitaria, es el aumento de la productividad y la mejora en los resultados, sobre todo analizando que, a pesar del entorno económico, estamos consumiendo cada vez más.

Siempre el factor humano debe ser la parte estratégica una vez que hemos definido el rumbo de nuestra empresa en el inicio del año. Es un buen ejercicio definir este rumbo para saber que estamos apegados a nuestra misión y visión.

Ya una vez que sabemos a dónde vamos, la parte humana de la empresa no solo debe estar bien preparada/capacitada para seguir este rumbo. Algo que es muy importante es que cada uno de nosotros cumpla con las funciones que sabe y hacer o que hemos preparado para ello.

Es decir, tener a las personas adecuadas en el lugar correcto.

Otro buen ejercicio que complementa a nuestra estrategia o a los objetivos que nos hemos marcado es tener la certeza de que las personas están realizando las labores para las que fueron reclutados.

¿Qué actividades de las que realizan corresponden o no a su área? ¿Cuáles generan mucho valor o poco? ¿Qué actividades no hacen y sí deberían hacer o cuáles no?

Todo esto nos ayudará a aprovechar al máximo las habilidades y capacidades de cada uno de nuestros colaboradores. Así es como nos alinearemos a la tendencia de el aumento de la productividad y de los mejores resultados, que es algo que todos buscamos y que a todos nos conviene.

Hasta luego.