Por: Sergio Ursúa

Equipos de Poder

Director general

Correo: equiposdepoder@gmail.com

Linkedin: Sergio Ursúa

«El único Estado estable es aquel en que todos son iguales ante la ley»

Aristóteles

 

Como lo vimos en la entrega anterior, este concepto trata el cómo vamos de un estrato social a otro, a lo largo de nuestras vidas, aprovechando las oportunidades que vamos encontrando a nuestro alrededor. La movilidad social en nuestro país es de las más bajas, comparadas con otros países del mundo.

Estas oportunidades en buena parte son generadas por nosotros, en nuestras empresas, con nuestras acciones.

 

Decíamos, hay dos mecanismos para que las personas avancen en esta movilidad social y sean cada vez más personas las que mejoren su estrato social y con esto lograr una menor desigualdad.

 

Debemos mejorar los resultados de nuestro actual sistema educativo. Es muy importante decir que como empresarios, en este mecanismo trabajamos a la par de quienes manejan la educación en México. Somos, para este mecanismo, los empleadores de los futuros egresados, ya que no podemos inferir de manera directa en mover los engranes que permitan mejorar el nivel de educación. La calidad educativa tiene que volverse un mecanismo compensatorio de la falta de recursos en los hogares de determinado estrato social.

 

El otro mecanismo tiene que ver con el empleo y en este, somos clave para que todo funcione mejor. Somos responsables de generar empleos, dar salarios justos, desarrollar a las personas que trabajan con nosotros y con esto ofrecer las oportunidades necesarias para mejorar la movilidad social en nuestro país.

 

Si fue importante decir que en el mecanismo educativo caminamos a la par de quienes lo controlan, en este mecanismo somos nosotros quienes movemos esos engranes. Somos nosotros quienes día a día, con nuestros servicios y/o productos, con los proyectos, las estrategias y la energía, damos los recursos financieros necesarios a nuestros trabajadores para que ellos como madres o padres de familia realicen las inversiones necesarias en los hijos, repercutiendo en mecanismo de la educación, porque el invertir en darles a los hijos los elementos de una buena preparación académica (útiles, libros, materiales, etc.) rompe el ciclo de una calidad educativa que a veces no llega a compensar la falta de recursos en los hogares. Un mejor futuro, de mejores egresados, de mejor calidad educativa en general, es invertir en la educación de los más pequeños. Esos mejores egresados, son nuestros futuros colaboradores. Al final, ganamos todos.

La buena noticia es, que con base en los estudios de donde se obtienen estos datos y conceptos, que van desde el INEGI, hasta encuestas hechas por los distintos especialistas que colaboraron en este estudio hecho por el Colegio de México y otras fuentes internacionales, debemos estar seguros que la poca movilidad social que se da en nuestro país, no siempre será así. Se demuestra que hay muchas condiciones en las que hemos mejorado como país y hay mucho espacio para mejorar. Nosotros como empresarios, cabemos en ese espacio para dar oportunidades de movilidad social a los demás.

 

¿Qué hemos hecho por dar más oportunidades a quienes están a nuestro alrededor?

 

Hasta luego.