Por: Ale Torres Coach en cambio de hábitos, comunicóloga y mamá bloguera
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Probablemente seas de los que no pueden empezar el día sin su taza de café y te entiendo. Yo era así y me escudaba en frases como “es que si no, no funciono” o “primero tomo café, luego existo” y me bebía el café de la mañana, café de la media mañana, después de la comida, a la media tarde y el café de la noche y, no puedo negar que me era sumamente placentero, a pesar de la gastritis y otros malestares ocasionados por mi descuidado estilo de vida. Así fue hasta hace más de un año que, por un tema de alergias y de cambio de hábitos, decidí disminuir su consumo sustituyéndolo por otras bebidas más eficientes y nobles. Es cierto, el buen café tiene su mérito -sobre todo, si es de Colima- así que esto no es para hablar mal de la segunda bebida de mayor consumo en el mundo, sino de compartir otras alternativas que pueden ayudar a tu bienestar.

¿POR QUÉ DISMINUIR EL CONSUMO DE CAFÉ?

Si bien hay recomendaciones específicas sobre la cantidad de cafeína para consumir ya seas adulto, niño o en estado de embarazo, lo cierto es que su tolerancia es individual. Pero es importante saber que la cafeína no sólo está en el café, sino también en comidas, bebidas energizantes y algunos medicamentos para el dolor. Además, nos guste o no, el café irrita la mucosa gástrica, evita la absorción de hierro, altera el sistema inmune y nos inflama cuando lo bebemos en exceso, aunado a que no cuidamos el resto de nuestra alimentación habitual. El problema principal viene cuando lo necesitamos como estímulo permanente para el sistema nervioso, por la sobrecarga de estrés que llevamos. No, el café no relaja; nos acostumbramos a estar alterados como estado “normal”.

¿Y LAS OPCIONES?

Por supuesto que las hay, pero si no nos abrimos un poco a experimentar y a pasar por el PROCESO de desapego o incluso, dependencia (dolores de cabeza, mal humor, fatiga, etc.) no nos gustará mucho que digamos. Aquí enlisto las opciones comprobadas. Té verde: rico en antioxidantes, ayuda a mejorar la salud del hígado, es digestivo, estimula al metabolismo a bajar de peso, previene la diabetes y artritis, mejora la salud dental, fortalece el sistema inmunológico. Tiene teína y cafeína, por lo que no es recomendable para hipertensos ni para antes de dormir.
Té rooibos: es termogénico, bueno para los huesos, digestivo, aporta minerales, antiséptico y antimicrobiano. Prácticamente no contiene cafeína ni teína que afecten la absorción de hierro. Té chai o masala: es estimulante, por lo que se recomienda consumir por las mañanas o a media tarde, más no para antes de dormir; cardioprotector, anticancerígeno, digestivo, ayuda contra la halitosis, tiene teína por el té negro.

Té matcha: tiene 70 veces más antioxidantes que el jugo de naranja y 9 veces más betacaroteno que las espinacas. Acelera el metabolismo y quema calorías, desintoxica de manera natural, es relajante, contiene selenio, cromo, zinc y magnesio, reduce el colesterol y azúcar en la sangre, fomenta dientes y encías sanas, la L.teanina lo convierte en un súper alimento. Leche dorada: Al ser la cúrcuma su elemento principal, ayuda a mantener niveles saludables de colesterol, evitar la oxidación, suprimir síntomas asociados a la diabetes tipo 2, la trombosis e infarto, así como la artritis, protege contra el daño hepático y las cataratas, así como de la toxicidad pulmonar y fibrosis.

¿Te animas a darle al cuerpo un respiro y ver que sí hay vida sin café?