POR Sergio Ursúa
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Más allá de solo crear una marca que te defina ante los demás con ciertas características personales, con determinadas actitudes o aptitudes y tu escala de valores, la creación de tu marca personal es un proceso que afianzará tu expertise ante aquellas personas con las que mantienes una relación de negocios; y para las personas cercanas, podría ser un ejemplo de éxito.

El concepto es relativamente nuevo y tuvo auge en 1997 con la publicación de un artículo de Tom Peters para la revista “Fast Company” (https:// www.fastcompany.com/28905/brand-called-you) donde explica los detalles y la importancia de tener una marca personal en el mundo de los negocios.

Es muy sencillo saber cómo está nuestra marca personal, basta con reflexionar qué es lo que proyectamos (o tratamos de proyectar) en aspectos de nuestra personalidad, imagen (voz, lenguaje, apariencia en general), la presencia que tienes en la comunidad (incluida la virtual, en estos tiempos modernos) y en general tu historia de vida.

La importancia y complejidad de mantener esa marca personal que ya tienes, se da cuando tenemos que generar un mejor nivel de percepción en todos los contextos, desde la familia hasta el trabajo, pasando por grupos de amigos, clientes (o prospectos), la comunidad en general o hasta una persona que nos atrae (aquí también aplica) y tienes que ir buscando estrategias para que aquello que reflejas a los demás, sea la mejor posible. A final de cuentas, las personas alrededor de ti van a tomar decisiones basadas en esa percepción que generas.

El tener una marca personal bien desarrollada garantiza de muchas maneras tener éxito en cualquiera de los contextos mencionados. Para la familia y personas cercanas, tu marca personal debe ser la de una persona con valores y principios que den ejemplo de sana convivencia con la sociedad. En los negocios, la marca personal te dará presencia, hará que los demás «te vean», demuestra credibilidad y en el mejor de los casos es un factor que atrae nuevas oportunidades de trabajo. En suma, te convierte además en líder de tu ámbito laboral.

Con todo lo que haces vas agregando valor a tu marca personal. Gana (o pierde) valor con tu forma de hablar, las palabras que utilizas, la estación de radio que escuchas, qué publicas en las redes sociales, tu semblante, la ropa que usas y hasta la manera en como caminas. Tomemos en cuenta que no debe juzgarse (o así debería ser) si hay cosas buenas o malas en todo esto de cómo hablar, vestir o escuchar determinado tipo de música, son simplemente factores que dan cierto valor a tu marca personal. Empatía es lo que hace que sin juzgar si hay algo bueno o malo, simplemente observemos y demos valor a las marcas personales de los demás. Es acerca de empatía, lo que leerás en la siguiente edición.

¿Cómo mejorar?

Descubre qué acciones, relacionadas con tu trabajo, le dan valor a tu marca personal. Puede ser desde asistir constantemente a reuniones con personas afines a tu negocio, crear y escribir artículos en una red social especializada, verificar y mejorar lo que tienes en la biografía de tus redes sociales y hasta dedicar un tiempo a leer, hacer ejercicio o realizar alguna actividad de labor social.

La marca personal hace que te conviertas en algo así como un póster viviente.. Es inevitable que las personas que te conocen, traten de saber quién eres, qué haces y de dónde viene tu éxito. ¿Cómo está tu marca personal?