Todos sabemos la importancia de Manzanillo por su gran puerto comercial, pero ¿sabemos qué lo distingue?

 

Su ubicación geográfica desde la visión marítima mundial lo hace estratégico. Los buques no se desvían para arribar a Manzanillo en sus rutas hacia el Canal de Panamá o hacia el Sur o Norte del continente. Su cercanía a la segunda ciudad más importante del país así como al Bajío y a la CDMX.

Si a esas dos grandes ventajas le agregamos la conectividad carretera y ferroviaria, las modernas instalaciones portuarias, la fuerza de los estibadores, la presencia de las navieras más importantes a nivel internacional, los servicios de gran calidad que ofrecen las empresas portuarias y logísticas, el autotransporte que conecta al puerto con los destinos de la carga así como las autoridades bien coordinadas nos dan un resultado positivo.

Pero voy más allá. El puerto de Manzanillo ofrece valores que lo engrandecen aún más. Venir a hacer negocios  a una ciudad que cuenta con hoteles de primer nivel, campos de golf, una gastronomía con gran variedad de restaurantes, sus playas que invitan a disfrutar con hermosos atardeceres, gran cantidad de fauna que por temporadas podemos observar, como son ballenas, mantarrayas, delfines, ideal para la pesca deportiva, conocida como la capital del pez vela.

Vistas espectaculares desde la escollera de las Brisas, el Faro de Campos o desde la plaza Juárez.  La Ciudad cuenta  con buenos servicios escolares y de salud para quienes deciden permanecer aquí así como su gente buena y trabajadora, logrando así entender las razones de su grandeza.

Profundizando más debemos valorar su cercanía a la bella capital del Estado y su aeropuerto internacional que nos acerca a la capital del país en tan solo una hora.

Conozco las quejas sobre el tráfico de camiones y las molestias que generan las maniobras portuarias. Debo resaltar que no es un caso aislado de Manzanillo. Es el común denominador  en todos los puertos con ese dinamismo a nivel mundial. Si bien es cierto que se debe buscar siempre mitigar esas molestias también debemos valorar que este tipo de ciudades portuarias son grandes generadoras de empleo y de ingresos fiscales para cualquier país.

En Manzanillo siempre hay trabajo. No es una ciudad solo turística que dependa de temporadas altas para subsistir. Esta ciudad tan dinámica no solo genera beneficios a todo el Estado de Colima y a todo el país sino  que es partícipe del crecimiento de la Cuenca del Pacífico, en la que podemos encontrar más de 50 países. Dicho de otra manera; somos frontera con el continente Asiático.

Portuaria, turística,  logística, pesquera, minera, generadora de energía, entre otros atributos la hacen un gran polo de desarrollo. Valoremos y saquemos de nuestro bello Manzanillo el potencial que todos merecemos.

Vale la pena acercarse a las cámaras empresariales así como a las autoridades para saber más sobre cómo trabajar o hacer negocios en Manzanillo pues su crecimiento seguirá dando mucho de qué hablar, el cual no se debe a la decisión de un gobierno o un personaje. Depende de su propio mercado y sus bondades naturales y de la integración de todos sus servicios.

Hace años Manzanillo fue reconocido por su espectacular hotel las Hadas, después fue valorado por su puerto. Hoy es ya una marca reconocida a nivel internacional.

Manzanillo, es mucho más que solo un puerto del pacifico mexicano, es una ciudad próspera, dinámica, con recursos y bellezas naturales, llena de magia y movimiento, rodeada de montañas maravillosas, con sus playas y bahías, sus noches estrelladas y su majestuoso puerto.