El proceso que llevó al diseño de la Bandera Nacional Mexicana que conocemos actualmente es tan largo como la propia historia del país. Se reconocen cuatro banderas principalmente, que dieron sentido a los sucesos históricos del momento y, que de alguna manera, ofrecen en sus diseños breves notas de esos acontecimientos.

La que es considerada como la Primera Bandera Nacional, es el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe que empuñó el cura Miguel Hidalgo durante el grito de Dolores. En ese sentido, los historiadores han señalado que su importancia radica en su papel de símbolo insurgente dentro de la lucha independentista.

Más adelante, ya consumada la gesta de Independencia, en 1821, el gobierno de Agustín de Iturbide adopta la bandera tricolor del primer gobierno mexicano, considerada la Segunda Bandera Nacional, aunque algunos textos la consideran la primera.

También se registra como Segunda Bandera Nacional la que utilizó Benito Juárez cuando asumió el poder y estableció la República. La Tercera Bandera Nacional es la que ondeó durante el imperio de Maximiliano I de México en los territorios que estaban en su poder. Ahora, su nuevo diseño observa cambios en sus proporciones, además de que se colocaron cuatro águilas coronadas en cada esquina del lábaro. El aspecto se aproximaba a la del Escudo Imperial Francés y estuvo vigente hasta 1867, con la muerte del monarca austríaco.

Fue hasta 1968, durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz, cuando se adoptó por decreto la Cuarta Bandera Nacional, que es la que actualmente conocemos, y confirmada por la ley el 24 de febrero de 1984. Entre sus características más importantes es que el escudo con el águila está en ambos lados. Se ha comentado que esta versión definitiva se debió al papel de México como anfitrión de los XIX Juegos Olímpicos.

En cuanto a los colores de la bandera, se ha acordado darles los siguientes significados: el verde simboliza la esperanza del pueblo en el destino de su raza, el blanco la unidad, y el rojo la sangre que derramaron los héroes por la patria.

El escudo de la bandera nacional se basa en la leyenda que narra cuando Huitzilopochtli profetizó a los aztecas, durante su migración desde Aztlán, que debían buscar en un lago un águila posada sobre un nopal con una serpiente entre sus garras. Al ver esta escena, funda‐ ron en ese lugar la ciudad de Tenochtitlán, la actual Ciudad de México.

El águila ha sido modificada siete veces a lo largo de la historia hasta consolidarse como es ahora: un águila real posada en un cactus mientras devora a una serpiente.

DATO CURIOSO
A través de un concurso convocado por el diario digital español “20 Minutos”, la Bandera mexicana fue votada (con más de 900 mil puntos) como la más bella del mundo.