Maestro Músico . Talento que se lleva en la sangre
TEXTO Aarón Andrade Ramírez
Horacio Naranjo Garibay, nació el 24 de agosto de 1938, época en que era presidente de México el general Lázaro Cárdenas del Río. El maestro músico vio la luz por primera vez gracias a una partera que atendió su nacimiento en la calle Torres Quintero No. 99 en el corazón de Colima. Sus padres Felicitas Garibay Flores y Carlos Naranjo Villalobos quienes procrearon 5 hijos: tres hombres y dos mujeres, siendo Horacio “El Colorado Naranjo” el más pequeño de la familia.
Tuvo una niñez difícil. Si bien le iba cambiaba cada dos años su par de huaraches de correa cruzada y suela de llanta; dormía en una dura mesa de madera de la sastrería de su padre a la que le colocaba pedazos de cartón para ablandar los sueños. Madrugaba todos los días para salir a vender el periódico y de vez en cuando se ganaba unos centavos por quitar la maleza al borde de las banquetas en las calles empedradas de Colima. Todas las tardes, para terminar su jornada, se dedicaba a lavar a cubetazo y franela los doce taxis del sitio Libertad.
El dinero que obtenía por los diferentes trabajos lo llevaba íntegro a su mamá. Horacio fue creciendo y con él la mezcla de ilusiones y carencias empezaron a formar al joven con un carácter fuerte, que en aquel entonces, quería ser piloto aviador.
EL INICIO
A finales de los años 20 ́s el maestro violinista Emilio Torres fundó una orquesta colimense que parecía tener un buen futuro, ya que existían muy pocas agrupaciones musicales en la región; pero el violinista cayó en cama al enfermar de gravedad y le pidió a Don Carlos Naranjo no dejar la orquesta en el olvido. El inicio de la agrupación musical sucedió en los primeros años de la década de los 30 ́s cuando don Carlos Naranjo Villalobos toma la batuta y nace: “La Orquesta de Carlos Naranjo”.
La música y los ensayos de la orquesta se convirtieron en el pan nuestro de cada día para el pequeño Horacio. En una ocasión escuchó a dos de los integrantes de la agrupación burlarse del alcoholismo y la forma de tocar de su padre, lo que despertó su carácter, orgullo y la convicción para comenzar a estudiar detrás de un atril las notas musicales sobre el pentagrama, y demostrar que él podía ser un buen músico.
En los 50 ́s toma la trompeta por primera vez en sus manos y descubre su talento musical por lo que ingresó a la Banda de Música del Estado de Colima, cuyo líder era el capitán Ponciano Gayoso Perea, subdirector de la banda del Estado Mayor en México, traído a Colima por el entonces gobernador, Jesús González Lugo.
Es la disciplina y su perseverancia lo que lo llevan a estudiar todos los días y hasta el cansancio para lograr un excelente nivel dentro de la banda, ya que se interpretaban melodías con alto grado de di cultad. Por su decisión y empeño Horacio Naranjo Garibay logró convertirse en solista a los 15 años de edad.
El Maestro Horacio Naranjo cuenta una anécdota que fue un parteaguas en su carrera —la banda se presentó en el quiosco del Jardín Libertad y el maestro Ponciano Gayoso me subió a una silla para que la gente me pudiera ver, yo todavía estaba chiquillo y me pidió que interpretara “La Virgen de la Macarena”, una de las canciones más difíciles para un trompetista —.
Terminando de tocar la melodía el Capitán Gayoso lo felicitó, le dio un abrazo y le dijo — así quiero que toques la trompeta siempre— Palabras que marcaron su destino dentro de la música.
Cuando don Carlos Naranjo supo que su hijo Horacio era solista de la banda del Estado se llenó de alegría; cuentan que don Carlos estuvo varios días festejando orgulloso. Y cuando regresó a casa le dio permiso a su hijo para formar parte de la orquesta.
Seis años después, el 11 de agosto de 1959 don Carlos Naranjo le cedió la orquesta a su hijo Horacio Naranjo fue una noche mientras tocaban en Palacio de Gobierno, en un baile del periódico “El Imparcial”. Don Carlos se mantuvo dentro de la organización musical por muchos años más.
EL IMPULSO
En el año de 1960 ya como director de la orquesta el maestro Horacio Naranjo Garibay contrae nupcias con Teresa Macías Ochoa con quien procreó 4 hijos: tres mujeres y un varón.
“Un día como cualquiera don Carlos despertó y dijo: —ya no voy a ir a tocar—, y ya no fue. Así es como Horacio se queda con la orquesta; por cierto muy decaída, y la empezó a levantar haciendo cambios en la disciplina de los integrantes y a tener presentaciones en Manzanillo; a mí me parecía que era lejos”, recuerda la señora Teresa Macías.
Las diferentes orquestas de la república y su música tuvieron un gran auge en esa época y el Club de Leones Colima se convirtió en el escenario por excelencia de los grandes y elegantes bailes por donde des laron orquestas de renombre como: La Orquesta de Luis Alcaraz, de Pérez Prado, de Carlos Campos, de Valle de Santiago, de Pablo Beltrán Ruíz, de Agustín Lara, entre otras.
Horacio Naranjo Macías conocido como “El Güero” comentó que en una ocasión su mamá agarró un directorio del Club de Leones a nivel nacional y de ahí sacó las direcciones a donde enviaba calendarios año con año para hacerse propaganda.
“Los calendarios que se diseñaban con una foto del camión y los integrantes de la Orquesta eran enrollados y le ponía un lugar de destino para enviarlo por correos de México, lo más lejos que llegaron fue a Ciudad Constitución en Baja california Sur, esa estrategia logró que por 11 años seguidos la Orquesta Colorado Naranjo fuera a tocar hasta allá”.
COMIENZA EL ÉXITO
Las primeras giras se realizaron en el año de 1965, con el nombre o cial de: “Orquesta Colorado Naranjo” y recorren gran parte del país: Jalisco, Michoacán, Nayarit, Guanajuato, Zacatecas, Aguascalientes, Sinaloa, Sonora, Querétaro, San Luis Potosí, México, Toluca, Veracruz, Baja California y Coahuila, entre otros.
Es en esa época la Orquesta acapara todo el mercado de la región, ya que no existía una organización musical de este tipo que tocara arreglos de las grandes bandas de todo el mundo y canciones de la época que sólo podían ser escuchadas en la radio. “La Orquesta Colorado Naranjo” con su grandeza, estilo y su gran calidad de interpretación provocaba el furor y la emoción en los bailes.
Ya en los años 70 ́s, se presentaron en Colima muchos artistas populares como: Lucia Méndez, Monna Bell, Lupita Dalessio, José José, Napoleón, Raphael, Marco Antonio Muñiz y Armando Manzanero, en donde la Orquesta abría el espectáculo o acompañaba al artista en turno.
Una detalle muy particular de la Orquesta y que continúan así, es su humildad y generosidad al presentarse de manera gratuita en eventos populares y religiosos, ya que acompañan la tradición de los festejos con la música y el baile para los colimenses.
No existe un barrio o colonia en Colima donde no se haya presentado la Orquesta ya sea en festivales, bailes sociales, bodas, aniversarios graduaciones o en festejos masivos como bailes y ferias de la región.
Una de las tradiciones más antiguas en donde la Orquesta Colorado Naranjo es pieza importante son los Festejos Charrotaurinos en el municipio de Villa de Álvarez, ciudad a la que el maestro Horacio le guarda un especial cariño, ya que amenizan el baile popular conocido como recibimientos, y en donde la agrupación ha estado acompañando desde sus inicios, a excepción de una ocasión en la que se contrató a la Orquesta de Felipe Vázquez, originaria de Guadalajara; fue en la época de Arturo Noriega, como gobernador Colima.
Durante la década de los 80 ́s, siendo presidente municipal de Villa de Álvarez, el profesor Gabriel León Polanco, y a manera de reconocimiento le otorga el nombre de “Horacio Colorado Naranjo” al monumental casino de la feria, en donde se efectuaban los bailes. En aquel entonces ubicado en la Av. Benito Juárez donde actualmente se encuentra el edi cio de Casa de la Cultura.
La Orquesta también se dedica a realizar bailes gratuitos en algunas iglesias locales, con la nalidad de ser protegidos por los santos en las carreteras, cuando salen de gira por el país.
La tradición de la presentación en barrios y colonias inicia en honor de “Santa Cecilia”, que es la patrona de los músicos, —con 60 años de tradi- ción— cada 22 de noviembre se hacen presentes en el atrio de la iglesia para el disfrute de la población. Con el tiempo, fueron invitados por los parroquianos de otras iglesias para celebrar a “San José”, “María Auxiliadora”, “El Señor de Rancho de Villa”, “El Espíritu San- to”, entre otros más; siempre ambien- tando las tradiciones populares con eventos completamente gratuitos.
LA ORQUESTA DE LA BUENA MÚSICA
Fue en los 90 ́s cuando el movimiento de la música de banda y los nuevos géneros musicales comienzan a desplazar poco a poco la música de orquesta. Una época en donde los jóvenes equivocadamente consideran que la música de orquesta es para adultos mayores o la confunden con música clásica.
“La Orquesta es Orquesta porque in- tervienen todas las familias de instrumentos: los metales, viento, madera, percusiones, cuerdas. La buena música sigue y seguirá, porque siempre habrá nuevos representantes que hacen música de calidad. El reto es seguir a esos intérpretes para adaptarse a las nuevas propuesta musicales, melodías y arreglos propios de la Orquesta”. Comentó Horacio Naranjo Huerta, uno de los nietos del “Colorado”, también amante de la trompeta.
Los principales géneros musicales que interpretó la Orquesta fueron en su momento el jazz, el fox trot, el blues, el vals, el bolero, el swing, el danzón, el paso doble, el mambo, el merengue, la salsa, el chachachá y la cumbia.
“Esta nueva etapa se ha convertido en un reto: adaptar la música que está en tendencia”, comentó la nueva sangre de la Orquesta: Horacio Naranjo Huerta, de 24 años y Miguel Naranjo Huerta, de 21, hijos de Horacio Naranjo Macías.
“No tocamos el reguetón como tal, pero hacemos adaptaciones a la música que está de moda para poder seguir vigentes con el público joven. Sin dejar jamás de lado la línea de la buena música”.
“Actualmente la orquesta cuenta con 18 integrantes, —se ha renovado más de 15 veces y más de 250 músicos han desfilado por esta agrupación—. Además de ser formadora y semillero de grandes músicos, incluso han surgido grupos musicales que promueven los ex integrantes”, expresó Horacio Naranjo Macías.
Comparte que inició a estudiar la trompeta en 1986 y se integró a la agrupación a los 17 años, “para mí la Orquesta es mi vida. Terminé la secundaria y era buen estudiante pero al ver a mi papá tocando me motivó a querer ser músico. Lo traigo en la sangre”.
“Nosotros queremos llevar la Orquesta a otro nivel, presentarla en festivales nacionales y el extranjero con un espectáculo de bailarines y cantantes. Tener eventos de gran talla, con más artistas en escena, y como Orquesta musical podamos competir a nivel nacional”.
EL LEGADO
“A mi manera” es una de las canciones que más me gusta”, comentó Horacio Naranjo Huerta, uno de los nietos. “Siento que representa mucho de la vida de mi abuelo, mi héroe, quiero seguir los pasos de mis antecesores: mi bisabuelo, mi abuelo, y mi padre; darle un nuevo impulso a la Orquesta para crecer y volver a recorrer toda la república como sucedió en sus buenos tiempos”.
La vida como músico se terminó para el maestro Horacio “Colorado Naranjo” arriba de los escenarios. Desde el 2017 su condición anímica y física se complicó, quizás ya es la consecuencia de un arduo trabajo que realizó con entrega y pasión en la Orquesta: porque no fue un camino fácil, aunque se registraron momentos gloriosos que se quedarán en la memoria del público que lo siguió por muchos años. Ahora descansa en casa y la nuevas generaciones de músicos continúan con el legado musical rumbo a la celebración de los 90 años de su fundación.
“La orquesta es nuestra vida, aquí nacimos y aquí vamos a continuar haciendo que prevalezca el prestigio; el reto es hacerlo más grande de lo que ya es y llevar con gran orgullo el nombre de Orquesta Colorado Naranjo, por todo el país”.