Grandes representantes de la historia, cultura y esencia colimense.

 

Fundada en 1523 como Villa de San Sebastián, el estado de Colima ha adquirido un registro histórico sin precedentes donde cada calle alberga una historia que contar. Tal es así que en su acervo histórico existen obras literarias, arquitectónicas, escultóricas, musicales, entre otras tantas, que no solamente reflejan la historia del lugar sino también el amor de sus autores hacia este bello estado mexicano.

Aunque existen decenas de obras esculturales fechadas en distintas épocas, en esta ocasión desde Decisión de Empresario decidimos destacar unas de las obras escultóricas que sintonizan con el significado de Colima así como de su gente y cultura; hablamos de las obras del maestro Sebastián.

Enrique Carbajal, mejor conocido como el maestro “Sebastián”, es un escultor mexicano nacido en Chihuahua en 1947 especializado en escultura monumental. Desde pequeño su afición por la historia y el arte hicieron que esté en constante búsqueda por grandes acontecimientos históricos. Entre los numerosos premios que ha recibido se puede mencionar el Superior Prize que le otorgó el Hakone Open Air Museum de Japón; el premio de bronce de la ABC Ashi Broadcasting Corporation de Osaka; premio del Jurado de la Trinental Internacional Gráfica de Noruega; el gran premio de Oro del concurso ORC- City; entre otros.

Su producción escultórica abarca lo mismo en pequeño formato que el de tamaño medio y la escultura monumental urbana. En este último ámbito su creación más conocida es su Cabeza de Caballo conocida como “El Caballito de Sebastián”, ubicada en Ciudad de México; “La Puerta de Monterrey” y otras obras que se encuentran en México en los estados de Tabasco, Morelos, Guerrero, Chiapas y  Michoacán; en Kingstown, Buenos Aires, La Habana, Montevideo, Río de Janeiro, Denver, New York, Berna e Islandia, y ni más ni menos que en Colima.

Entre el cemento y el cariño.

El estrecho lazo que existe entre el maestro Sebastián y Colima comenzó gracias a la amistad con el ex gobernador Fernando Moreno cuando éste se encontraba en el poder. Desde entonces, y gracias a las bellezas naturales del Estado así como al cariño a su gente, el escultor decidió crear tres obras que hasta el momento son representación de Colima.

«El Pez Vela, que representa la bahía del puerto de Manzanillo; el Limonero, representación máxima que tienen los colimenses; y la obra cúspide de Sebastián, que es la que le da la bienvenido a los visitantes a nuestro estado conocida por todos nosotros como “La palmera”», así lo señala Agustín Martell Aparicio, responsable del Museo Nacional de la Escultura Sebastián ubicado en el Centro Estatal de las Artes, en Comala.

Sin duda alguna estas esculturas dan una idea clara de lo que es Colima desde la visión del maestro Sebastián.

Es por la importancia del artista y su visión que tiene de Colima que en el “Museo Nacional de la Escultura Sebastián” se pueden encontrar más de 25 figuras escultóricas de autores como Jorge Marín, José Luis Cuevas, Manuel Felguerez, y por supuesto de Sebastián.

«Es un espacio que los colimenses deben de aprovechar, que conozcan parte importante de grandes escultores que ha dado México, y por supuesto, también la convivencia familiar acompañado de turismo cultural», detalla Agustín Martell.

Por su parte, el escritor Osvaldo Mendoza señala que es de suma importancia que se conozca la obra del artista ya que se trata de un precedente artístico y cultural con poca valoración entre la sociedad.

«Quizás los colimenses no le prestemos mucha atención a estas esculturas, no debería de ser así. Estas obras representan un acervo muy importante para los colimenses y se trata de una colección muy envidiable. En casi ninguna otra parte de México existe una colección tan grande de Sebastián».