Los retos de producir alimentos suficientes para una población creciente

 

Recientemente se ha reavivado el tema de la concientización acerca del cambio climático, y es importante tomar acciones inmediatas para poder prevenir un futuro caótico.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el año 2050 seremos 10 mil millones de habitantes – sólo en México, vivirán casi 23 millones de personas adicionales- y la demanda de alimentos crecerá un 70%. En el marco del desafío del cambio climático, una de cada cuatro personas no tendrá acceso al agua potable, y vamos a requerir un 50% más de energía en el planeta.

Aunado a esto varias empresas en México y en el mundo se han sumado con propuestas que se unen a las miles de ideas que surgen de líderes ambientalistas y políticas públicas para salvar al planeta.

La idea principal es promover un modelo de agricultura sostenible que sea económicamente viable y medioambientalmente responsable. Así mismo se lanzan campañas innovadoras para educar a las nuevas generaciones y tener siempre presente las consecuencias de no hacer nada.

A la vez se destaca la necesidad de la ciencia, la tecnología y la innovación en el campo como herramientas clave para enfrentar la escasez, el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales.

A través de la ciencia aplicada, investigación y desarrollo, agricultura digital y de precisión, entre otras herramientas, los productores del campo ya están haciendo un uso más eficiente de los recursos naturales, aprovechando mejor los suelos y reduciendo la emisión de gases CO2.

Manuel Bravo, Director General y presidente de Bayer México, señaló en un comunicado que «todos tenemos una tarea fundamental y urgente en garantizar que no se multiplique el hambre en los próximos años. Debemos promover cambios profundos que permitan tener una agricultura sustentable, que produzca alimentos suficientes en cantidad y calidad, mejorando la vida de los agricultores y de la sociedad que los consume, a la vez que cuidemos el planeta para las siguientes generaciones. El reto es producir más con menos».

A nivel global, Bayer ha adoptado compromisos concretos para 2030. La compañía promueve un acompañamiento con los agricultores para reducir en 30% la huella ecológica de la agricultura, que actualmente representa alrededor del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Al mismo tiempo, busca apoyar a 100 millones de pequeños agricultores en países en desarrollo y economías emergentes, que producen el 80 por ciento del suministro de alimentos de la población. Se han desarrollado recursos a medida para ellos, dando acceso a soluciones innovadoras personalizadas y acceso a tecnología y buenas prácticas agrícolas.

A nivel local e incluso en el hogar también se pueden realizar acciones pequeñas que suman al cambio, asegura el Ingeniero Agrónomo Diego Hernández, egresado de la Universidad de Colima y con amplia experiencia en el uso y cuidado de suelos. «Es una realidad  cada vez más evidente la falta de alimentos y el riesgo de la soberanía alimentaria, y no solo eso, también la escasez del agua y el cambio climático está a la vuelta de la esquina».

Estamos en este punto debido a una serie de malas decisiones que se han tomado como sociedad, y que la sobre explotación demográfica ha ocasionado debido a una cultura consumista.

«Tenemos el tiempo muy medido para rescatar al planeta y se está marcando el año 2050 como el punto de no retorno, se puede decir así, es la última oportunidad para poder hacer algo por nuestra sociedad».

¿Qué se está haciendo?

Es un problema que se tiene que enfrentar principalmente  desde la educación y el involucramiento de los niños y niñas con materias escolares que les permitan ser más conscientes con el medio ambiente.

El Ing. Diego Hernández asegura que es importante enseñar nuevamente a cultivar de manera adecuada a las nuevas generaciones y señaló algunos ejemplos que se pueden aplicar de manera local.

«En el ámbito de la construcción se deben crear acciones  para que las edificaciones cuenten con su sistema  de captación de agua de lluvia. En el campo se está haciendo mucho, y en el estado se tienen varios casos en donde se les está dando importancia a la producción orgánica  y la producción libre de pesticidas, repelentes a base de ajo, de chile, orégano, canela, clavo de olor, y diversos cítricos, todo  esto enfocado a un manejo biorracional tanto de plagas como de enfermedades; el uso de bacterias benéficas para desalinizar los suelos tan gastados y explotados a lo largo de la historia, con la intención de regresar al tipo de suelo que teníamos hace 50 años y buscando  reducir el uso de fertilizantes».

«Si bien es una realidad que alerta,  tenemos que ocuparnos en ello , e incluso se pueden generar acciones desde casa, con el simple hecho de apagar la luz que no se está ocupando en el momento, de enseñar a nuestros hijos a no desperdiciar la comida, a reciclar y reutilizar determinados productos, separar la basura orgánica de la inorgánica o aprender a  generar composta, todas estas son pequeñas acciones  que si las sumamos a lo que están haciendo las grandes empresas, científicos e investigadores creo que estamos aún a tiempo y existen opciones para poder revertir y asegurar la soberanía alimentaria en el futuro».