Aún con los grandes retos que enfrentamos como país, México es atractivo para los inversionistas nacionales y extranjeros. 

El nearshoring, los grandes proyectos de infraestructura y la estabilidad política y económica, ofrecen certidumbre a los empresarios y emprendedores, y se percibe optimismo y esperanza en un amplio sector de la sociedad.

México es un país de contrastes y a pesar de su enorme riqueza natural y cultural, encontramos varios estados y municipios que por distintas circunstancias continúan rezagados, con un enorme potencial pero sin detonar el crecimiento y desarrollo económico. Esta condición es posible transformarla, pero se requiere trabajo, capacidad y de una toma de decisiones acertada en el presente para observar resultados en el futuro. 

Para detonar el crecimiento y desarrollo económico es necesario responder con información especializada las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las fortalezas del territorio? ¿Cuáles son sus ventajas competitivas y comparativas? ¿Cuáles son los sectores con mayor potencial en el presente y futuro? ¿Cuáles son los proyectos estratégicos que se deben impulsar? ¿Quiénes deben dirigir esos proyectos para obtener los resultados deseados? ¿En qué se debe y en qué no se debe invertir los recursos? ¿Cómo coordinar esfuerzos con otros sectores? ¿Cómo incluir y motivar la participación de la sociedad?

De las respuestas se obtienen líneas de acción. El proceso no es sencillo, siempre llegará la tentación de tomar atajos o decisiones populares; pero aquí radica lo que realmente distingue a los grandes líderes, a la transformación, a servir a la mayoría de la gente, a la estrategia, al bienestar, a trascender.

México es tan rico, que todos sus estados y municipios presentan ventajas competitivas y comparativas. Pero algo es claro, se puede tener un territorio con una posición estratégica privilegiada, abundante agua y energía, un clima agradable, una red desarrollada de carreteras, modernos puertos y aeropuertos; sin embargo, para detonar el crecimiento y desarrollo económico lo más importante es el capital humano. 

Algunas estrategias para ser implementadas en los estados y municipios son: Ampliar el mercado a partir de asesorar y brindar apoyos a las MiPyMEs y emprendedores para que desde una etapa muy temprana vendan sus productos y servicios a nivel nacional e internacional; implementar una estrategia de atracción de inversiones para que lleguen empresas que generen empleos dignos y se ajusten a nuestras regulaciones, beneficiándose del nearshoring; transferir tecnología a precios competitivos que impulse la competitividad de los sectores productivos. Pero lo más importante es que el gobierno desarrolle un ambiente propicio para los negocios; el sector académico impulse investigaciones actuales, prácticas y útiles que faciliten la toma de decisiones; el sector privado promueva la productividad de sus empresas y escuche las recomendaciones del sector académico; y la sociedad participe activamente en este proceso.

Lo positivo es que cada día más personas somos críticas a nuestra realidad, pero no solo eso, estamos dispuestos a proponer y participar activamente en transformar nuestro territorio para detonar el crecimiento y desarrollo económico. 

 

 

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