En muchas ocasiones me he enfrentado a las preguntas: ¿Por qué es importante mi imagen si soy una persona preparada con habilidades y un buen ser humano? ¿Qué no debiera ser eso lo importante? Mi respuesta siempre es la misma: por supuesto que eso es lo más importante, somos el resultado de nuestra riqueza interior: valores, experiencias, cultura, sin embargo, en este mundo actual en el que nos toca vivir, a mejor imagen mayor poder de influencia.

 

¿Te parece injusto? A mí también, pero ¿estás consciente que sin hablar, únicamente con lo que vestimos y nuestro lenguaje corporal enviamos mensajes acerca de nuestra posible profesión, escolaridad, preferencia sexual, nivel socioeconómico y personalidad? ¿Ya te preguntaste si envías día a día los mensajes adecuados?

 

Un asesor de imagen te ayudará a tener claridad primero sobre los ámbitos de la vida primordiales en los que deseas mejorar y lo que deseas proyectar en cada uno de esos escenarios, sin perder tu estilo ni tu esencia. Después te ayudará a elegir las prendas que sean adecuadas a tu tipo de cuerpo, edad, te enseñará a elegir los colores que más te favorecen por tu color de piel, el tono de ojos y, te dará pautas de cómo vestirte para cada una de las ocasiones en las que te desenvuelves. Se te acompañará a hacer compras necesarias para complementar tu guardarropa.

 

Pero no todo es el vestir, un asesor de imagen te ayuda a mejorar tu lenguaje corporal: ¿Caminas proyectando seguridad? ¿Ves a los ojos a las personas al hablar o al saludarlas? ¿Te sientes generalmente cómodo en tu propia piel?

 

La asesoría también incluye un tema siempre delicado: los hábitos al comer. ¿Sabías que uno de los momentos en los que más proyectamos nuestra educación es con los modales a la mesa?  Las mejores galas desaparecen por completo en una persona que mastica con la boca abierta o que usa el palillo de dientes frente a los demás.

 

¿Cuándo es momento de contratar un asesor de imagen?

 

Cuando cambias de trabajo, tienes un ascenso en el que te enfrentarás a nuevos retos. Cuando diriges un equipo de trabajo y deseas proporcionarles los elementos necesarios para que desarrollen una presencia integral acorde con su cargo y con la imagen de la institución o empresa. 

 

Cuando tienes una transición de vida y te ves al espejo descubres que podrías lucir mejor pero no sabes por dónde empezar. Cuando vas saliendo de un duelo y necesitas renovarte. También sucede cuando te paras frente al clóset y lo único que ves es un montón de ropa que compraste y no usas o no sabes combinar.

 

Siempre estaré de acuerdo en que lo más importante en una persona es el interior, sin embargo, un asesor de imagen te ayudará a “vestir” de forma poderosa tus talentos.

Carmiña Mejía

Experta en imagen y protocolo, conferencista y escritora

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