• Empresario restaurantero y Productor de Café “Pancho Arenas”
• PrepaTec Colima, generación 1998- 2002
• Ingeniería Mecánico Administrador, generación 2002- 2007
POR Blanca Neri Herrera y Aaron Andrade Ramírez FOTOS Rolando Mejía
Pedro Virgen Elizondo es un hombre con visión para hacer negocios: es empresario restaurantero, agricultor y comerciante formado en el Tec de Monterrey, Campus Colima. Su paso por la PrepaTec y Licenciatura en la institución le brindaron las bases y herramientas para desarrollarse en el ámbito empresarial y abrirse paso en un mundo competitivo en donde la constante es tener una educación de alto nivel.
La preparación académica y las actividades extra muros le forjaron el carácter y la disciplina para ser un profesional en la administración y dirección de empresas como: Frutos Selectos Guivir, Los Portales de Suchitlán, y crear una marca propia de café “Pancho Arenas”.
“Estudiar en el Tec de Monterrey es una de mis grandes experiencias de vida”, asegura el empresario, quien recuerda la exigencia de la institución en el ámbito académico y a la vez los impulsaba a ser mejor cada día. “La familia Tec es de lo mejor, la mayoría de mis grandes amigos estuvieron conmigo en prepa y en la carrera profesional”.
Entre las competencias que desarrolló durante su etapa como estudiante fue la disciplina como la base para que todo fluya y se desarrolle de la mejor manera; ser emprendedor, innovador y creativo, lo que genera una visión más amplia de lo que se quiere lograr a futuro, dice.
Una circunstancia especial en su generación fue que muchos jóvenes provenían de otros lados del estado y la región, “éramos los foráneos, yo venía de Suchitlán y otros venían del sur de Jalisco y Manzanillo, lo que originó una gran empatía e integración entre nosotros, una unión sólida que continúa en el paso del tiempo. En el Tec de Monterrey todos somos una gran familia”.
En un repaso de los alcances que ha tenido una vez que egresó de la carrera, Pedro Virgen destaca que se ha desarrollado profesionalmente de forma exitosa, “creo que la escuela ha sido fundamental en las decisiones de mi vida y aunque no tengo hijos todavía, ya está definido que tienen que ser parte del Tec de Monterrey”.
Las fortalezas que desarrolló dentro de la institución fueron la disciplina, el liderazgo e innovación y el trabajo en equipo. Todo ello ha sido importante para la toma de decisiones en el ámbito de los negocios, sin olvidar trabajar a favor de la comunidad.
“El legado del Tec de Monterrey es la de formar profesionistas que ven por su comunidad, que son personas que crean fuentes de trabajo gracias al modelo de educación que nos enseñó a ser emprendedores de éxito y contribuir a la sociedad”.