POR Fátima Garay

En Colima nada más somos tres tejedores de redes

La pesca es una de las principales actividades de las localidades costeras de Colima. Los datos más recientes del INEGI, arrojan que durante un año, se registraron 28 mil toneladas de pescado obtenido de las profundidades marinas de la costa colimense que surgen del océano Atlántico. El atún es el que cuenta con la cantidad más alta de toneladas recogidas. Aun- que actualmente existen embarcaciones de pesca que cuentan con los utensilios necesarios para capturar a estas especies marinas, aún existen personas que realizan las redes de pesca de forma artesanal. Efrén Silva, es uno de los pocos artesanos que pueden crear, desde cero, una red de pesca.

Su experiencia lo precede, ya que desde hace 40 años aprendió este arte a partir de una asociación de pescadores. Cada día se sube al transporte público con su diablito con red de fibra sintética, una punta de plástico o madera, que lo usa como aguja, hilo de nailon y un cortador manual que tiene para no equivocar las cruces del material sintético. Después de un viaje de hasta cuarenta minutos, se baja en el Hospital Regional Universitario para llegar hasta el camellón situado entre la avenida Camino Real. De lunes a sábado, de 3 a 7 de la tarde teje redes sin descanso.

Afirma que los años de experiencia le han hecho trabajar más rápido con los diferentes tipos de mallas. “Si la quieren para el mar, son dos dedos de diferencia, si es chacalera, un dedo, pero si es para Tilapia, son tres dedos… cada una de las redes varía en gusto de la persona de cómo lo quiera”.

Cada red tiene su particularidad, asegura que algunas pueden medir más de tres metros de largo o medir solamente un metro, todo depende de cómo lo quiera el cliente.

Aunque en otros municipios existen tejedores de redes, afirma que en Colima existen solamente tres, y todos están situados donde mismo. “Aquí nada más somos tres, pero uno por lo regular no las teje, sino que nada más compra paños y las pega. La diferencia es que los otros dos las empezamos hasta que las terminamos”.

Efrén señala que puede durar en hacer una red de una a tres semanas, depende los pedidos que tenga y la enjundia que le ponga. Sin embargo asegura, que este trabajo es de mucha paciencia y de amor, por lo que dejará de tejer cuando las manos y la vista ya no puedan más.