En México se tiene la cultura de ver asuntos de negocio o de trabajo en una comida o cena, por ello, siempre se debe estar atento de los buenos hábitos a la hora de comer.  

Hace algunos años cuando estudié un diplomado sobre protocolo y relaciones públicas, tuve una maestra que fue directora de recursos humanos en una de las tequileras más importantes del país. Ella nos platicó que cuando tenía a los tres últimos candidatos a un puesto directivo, que ya habían pasado todas las pruebas psicométricas y demás entrevistas, se los llevaba al mejor restaurante de la ciudad para decidir a quién le daría el cargo. Por supuesto que nos sorprendió esta revelación y preguntamos el por qué. En México, nos dijo, tenemos la cultura de ver asuntos de negocio o de trabajo en una comida o una cena y yo debo tener la certeza de que el ejecutivo que representa mi marca sepa usar los cubiertos y conozca el protocolo a la mesa.

Me impresionó tanto esto que desde entonces cada que doy capacitación les comento a las mujeres y hombres que hacen enormes esfuerzos por pagar educación de calidad a sus hijos tratando de proveerles un buen futuro, que en esa educación estén siempre atentos a los hábitos a la hora de comer, porque aunque usted que me lee esté pensando en este momento que conoce las reglas y que ya las aplicará cuando esté en una circunstancia formal, déjeme decirle que se nota en el lenguaje corporal que se ve rígido y forzado que esa situación no es lo cotidiano para usted.

Por esta razón, mi sugerencia sería que en casa cada día se coloque mantel, los cubiertos de forma adecuada: frente a usted tenedor a la izquierda, cuchillo a la derecha cercano al plato y al extremo la cuchara. Los vasos o copas se colocan siempre a la derecha, si usted es zurdo igualmente se colocará de esta forma y otro dato importante; al hablar no gesticule con los cubiertos en las manos, he visto personas que casi le sacan un ojo al comensal de al lado.

Otros puntos importantes son:

*La servilleta de tela siempre se coloca sobre las piernas, jamás como babero, si usted durante la comida se levanta, la servilleta se coloca sobre la silla.

*Cada porción de carne u otro alimento que necesite ser cortado se hace en su momento, únicamente a los niños pequeños se les corta toda la carne para que puedan comer sin dificultad.

*Por supuesto, no se habla con la boca llena ni se toma del vaso o la copa mientras masticamos los alimentos.

*El tenedor y la cuchara se llevan a la boca sin inclinar el cuerpo.

*El palillo de dientes jamás se usa en la mesa ni frente a otras personas, si usted es observador no los encontrará en ningún restaurante de categoría. Si algo le molesta entre los dientes lo correcto es ir al tocador y enjuagarse la boca.

*En la mesa no se habla de enfermedades, muertes, cuestiones escatológicas, ni problemas que involucren a los presentes, los mejores (o peores) recuerdos de familia y amigos se generan en esas circunstancias, por eso procure que estos sean siempre memorables.