Una estructura por proceso en las actividades organizacionales permite crear, ejecutar, medir y mejorar cada uno de los modelos implementados.
A partir de este enfoque se podría aplicar un proceso de formación y desarrollo laboral que cuente con las etapas principales basadas en la metodología más aceptada en el campo empresarial. A continuación, se describen cada una de éstas:
Detección de necesidades de capacitación: consiste en elaborar un diagnóstico de la situación actual tomando en cuenta aspectos como el nivel de cumplimiento de los objetivos del negocio, requisitos de los puestos laborales, resultados de evaluaciones de desempeño y encuestas de clima y cultura laboral, análisis de causas de problemas de producción o procesos y obligaciones legales. De cada uno de estos puntos resultará un potencial tema por abordar.
Plan y programa de formación: en continuidad a los resultados del diagnóstico, se deberá elaborar sugiriendo por lo menos de forma documentada un programa que indique a quienes se otorgará la formación, en qué temas en particular, lugares, fechas y/o periodos, duración e idealmente el tipo de capacitador o especialista que impartirá el entrenamiento. Se podrá agregar el objetivo del tema y sus principales contenidos.
Ejecución de la formación: adicional al cumplimiento de las condiciones logísticas del evento de capacitación, los recursos materiales y la reunión del personal en las aulas o campos de entrenamiento, se deberá asegurar los dominios del proceso enseñanza-aprendizaje en los planos cognoscitivo, psicomotor y afectivo orientados a la formación de la competencia siendo todo en conjunto de gran importancia.
Evaluación de la eficacia y resultados: lo más común implica evaluar los conocimientos y destrezas adquiridas durante el proceso a través de instrumentos de evaluación pertinentes; no obstante, lo ideal sería un seguimiento más y evaluar los resultados en la solución dada a la necesidad planteada, comparando la situación previa a la formación y los resultados posteriores en donde se deberá obtener no solo beneficios productivos sino también cambios de conducta favorables a la empresa. Todo lo anterior, bajo metodologías de medición aplicables.
Adicionar la mejora en cada una de las etapas, permitirá con el tiempo lograr una madurez al proceso y su implementación, convirtiéndose en parte esencial de los beneficios del talento humano y su retención.
Ing. José Luis Torres Jiménez
Líder de dirección y proyectos Prevención S.O.S
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