Hemato Oncóloga Pediatra
Egresada de la Universidad de Colima de la carrera de Medicina, continuando sus estudios en la Universidad de Guadalajara en el Hospital Juan y Menchaca en la subespecialidad de Hemato Oncología Pediátrica

La oncología es la especialidad de la medicina que trata a los pacientes con cáncer y, hablando propiamente de la oncología pediátrica, esta se enfoca en los niños de 0 a 18 años durante todo el proceso que esto conlleva, desde la detección, hasta la estadificación, ver los avances de la enferme‐
dad, el tratamiento más adecuado y el acompañamiento ante cualquier adversidad.

La pasión por la oncología de la Dra. Sandra Lagarda se desarrolló una vez que estuvo en el área de pediatría y teniendo un contacto directo con los niños, «en ese entonces oncología pediátrica estaba en el mismo Hospital que pediatría, por lo que tuve la oportunidad de apoyar a los niños y sus familiares, esto formó una sensibilización muy especial en mí y aprendí que siempre existe una luz en el camino y un medio para apoyar a niños que atraviesan por esta complicada enfermedad».

TIPOS DE CÁNCER EN LOS NIÑOS
En pediatría el cáncer más común sigue siendo hasta hoy las leucemias agudas, particularmente leucemias linfoblásticas, que ocupan el primer lugar de cáncer infantil, seguidas por tumores del sistema nervioso central y posteriormente los linfomas, dependiendo mucho del grupo etario.

Si nos vamos por grupos de edad, en los lactantes y adolescentes pueden existir muchas otras patologías oncológicas, en los bebés retinoblastomas, que son tumores en los ojitos; neuroblastomas que son en las glándulas suprarrenales; hepatoblastoma, del hígado; tumores sólidos en su mayoría intra abdominales que se pueden suscitar en esta edad pediátrica, y en los adolescentes se presentan más los acaso de sarcomas óseos, sarcomas de tejidos blandos, que son como las particularidades más frecuentes, pero tomando todo el rubro de la oncología pediátrica la estadística sigue teniendo pocas variaciones en cuanto a frecuencia.

¿SE PUEDE DETECTAR EL CÁNCER EN BEBÉS QUE AÚN NO HAN NACIDO?
En los bebés que no han nacido pudiera haber patologías oncológicas como los teratomas por ejemplo, que pudieran ser malignos o no, sin embargo no es lo común, pero por eso es tan importante la atención prenatal y seguimiento con ultrasonidos.

Cuando hablamos de la etapa postnatal, cuando a más temprana edad se detectan, se relaciona en la mayoría de los casos con alteraciones genéticas, en donde ya presentan algún daño estructural celular y se replica exponencialmente.

El tema es realizar una buena exploración física cuando nace el bebé y sobre todo la atención del niño sano, que son las consultas con el pediatra durante los primeros años de vida, que siempre se recomiendan para el crecimiento y desarrollo normal, así como para detectar signos y síntomas que nos orienten a sospechar cáncer infantil y referir oportunamente a Oncología Pediátrica.

Podemos hablar de un sinfín de tipos de cáncer infantil y de la importancia de los buenos hábitos de alimentación, la buena higiene y al no estar expuestos a tóxicos de agricultura, pinturas y humo, pero sobre todo más que prevención se trata de detección a tiempo, lo cual salva vidas.

FACTORES DE RIESGO
Dentro de los factores de riesgo importantes en el periodo prenatal, se encuentran las madres fumadoras o usuarias de marihuana, se ha detectado que existe un incremento de riesgo en que sus hijos desarrollen algún tipo de leucemias, básicamente cualquier sustancia o exposición a algún tóxico que se pudiera dar en el periodo prenatal o en los recién nacidos la exposición a estos factores se convierte en un riesgo mayor, ya que las células se encuentra en ese periodo de desarrollo, y eso puede determinar en algún tipo de cáncer o en alguna aberración celular con una alteración que genere algún tumor.

Es básicamente poner atención en nuestros niños, si los niños dicen no veo bien, estoy mareado, me duele la cabeza, son puntos clave en donde atendiendo a las necesidades se puede detectar a tiempo y salvar vidas cuando el cáncer aun no esta tan diseminado, porque eso va en relación directa con el pronóstico y el tratamiento.

Por ello hacemos tanto hincapié en la detección oportuna, notar esos signos y síntomas de alarma, como los moretones sin alguna causa aparente, sangrados de la nariz, de las encías, visión borrosa, mareos, aparición de puntitos rojos en la piel, que son como micro hemorragias, aparición de ganglios, bolitas en
el cuello, en la ingle, en las axilas, que son muchas veces ganglios inflamatorios, pero es necesario analizar y descartar algún proceso maligno, así como la presencia de cualquier tumor en cualquier sitio, abultamiento en el abdomen, en la piel, en algún hueso, todo eso es motivo para darle la importancia debida y la revisión oportuna con un pediatra, médico de confianza o en su caso si los síntomas son más preocupantes directamente con un médico especialista.

PROCEDIMIENTOS A SEGUIR
Si se sospecha de alguno de estos signos y síntomas antes mencionados, y ya acudieron con un especialista se tendrá un panorama para saber de acuerdo al interrogatorio ya dirigido de los signos y síntomas planteados entonces se integra una impresión diagnóstica para solicitar los estudios correspondientes a cada caso en particular y llegar a un diagnóstico certero o descartarlo.

Cada proceso de diagnóstico es distinto y después de ello podemos estipular que tipo de cáncer o qué tipo de tumor es y con ello valorar la extensión y que tan avanzado está y entonces estadificarlo, localizarlo y ver que tanto está diseminado, con base en eso tenemos protocolos de tratamiento en donde algunos se procederá solo con cirugía, algunas quimioterapias, otros más con radiación, y finalmente todo esto conlleva a un tratamiento individualizado, en el cual nos basamos en protocolos tanto nacionales como internacionales para de acuerdo a la estadificación dar el tipo de tratamiento requerido, y con ello también podemos dar un pronóstico adecuado.

Sigue siendo el cáncer infantil la primera causa de muerte por enfermedad en niños y esto nos mueve la mente, el corazón y el espíritu. Por ello tenemos que seguir aprendiendo, para seguir mejorando y ver qué más podemos hacer para que se puedan detectar a tiempo y salvar un mayor número de vidas.