Dentro de todas las diversas reflexiones que a finales de año podemos hacer, hay una que tiene que ver con cuál es el clima laboral que hemos creado en nuestra empresa.

Las personas que trabajan con nosotros son remuneradas con dos tipos de sueldo. Uno, el financiero, que es en ocasiones la primera opción al momento de buscar un empleo. Este sueldo está determinado por muchos factores y podría ser importante para retener, motivar o reconocer a un trabajador.

El otro tipo de sueldo, es el emocional. Este es complejo de definir porque son muchas las circunstancias que hay que agregar para que sea un sueldo adecuado. Y son muchos más los factores de riesgo que hacen que este tipo sueldo sea insuficiente para un trabajador.

Basta con hacer una encuesta rápida entre personas que hayan dejado su empleo para darnos cuenta cuál de los dos sueldos fue determinante para que dejaran su trabajo. No sería una sorpresa darnos cuenta que se renuncia porque el sueldo emocional es muy bajo.

¿Qué conforma grosso modo el sueldo emocional? Todas las acciones que la empresa fomenta a favor de, disminuir el estrés, integrar a las diferentes áreas de le empresa, reconocer a un empleado o a un equipo de trabajo y todos esos «rituales» de oficina que generan un buen clima laboral. Nos referimos a un festejo de cumpleaños, una reunión social fuera de la oficina, una convivencia familiar, etc. En ocasiones una pequeña reunión para celebrar que alguien tuvo un logro o una cuestión familiar, ayuda en mucho a mejorar este sueldo.

¿Qué pasa cuando no cuidamos el sueldo emocional? Claro que no todos los trabajadores abandonan el barco cuando no lo reciben, solo algunos muy valientes lo hacen. Los que se mantienen, a pesar de percibir no ser emocionalmente bien remunerados, podrían desarrollar un sentimiento de insatisfacción en el reconocimiento o desempeño. Se podría acumular un descontento tal que haga que las personas dejen de sentir hacia la empresa, entre otras cosas, lealtad, compromiso, responsabilidad, o hasta respeto.

Y luego, el tratar de retener a un trabajador que renuncia porque no siente una buena remuneración del sueldo emocional, suele no funcionar. Es mucho más recomendable cuidar el sueldo emocional de las personas que trabajan con nosotros, que el ajustar los sueldos financieros para que se queden.

La nómina completa, sueldo financiero, más el sueldo emocional, garantizan un clima laboral satisfactorio.

¿Qué rol tienen los valores en el clima laboral? Ser un empresario ejemplar, tener un programa formal que fomente y reconozca la actitud y conductas basadas en valores universales, convierte a todos en su empresa, en responsables del clima laboral.

Hasta luego y felices fiestas de diciembre.