Habitantes de Suchitlán y visitantes disfrutaron de platillos, artesanías y danzas prehispánicas nativas de la zona.
POR FÁTIMA GARAY
Desde hace seis años se inició un proyecto que ha ayudado a que las costumbres y tradiciones permanezcan en la zona de Colima. En esta ocasión los pueblos indígenas del territorio se dieron cita en el jardín principal de la localidad de Suchitlán para realizar una demostración de lo que es su comunidad, es por ello que a lo largo y ancho del jardín se situaron diversos puestos de comida y artesanías provenientes de diversas localidades con el fin de dar a conocer platillos únicos, danzas ancestrales y artesanías que aún hoy siguen permaneciendo entre nosotros.
Un extremo de la zona fue decorado con hojas de palma, mesas, sillas y lona para que las cocineras de dichas comunidades prepararan platillos únicos. Entre ellos los asistentes pudieron degustar pepena, pozole blanco, tamales de libro, tacos de guisos como picadillo, rajas, mole verde y pipián, además de los antojitos tradicionales como sopitos colimotes, enchiladas dulces, ceviches y aguas frescas con frutas de la región.
Mientras que en el lado contrario artesanos mostraron sus obras, todas ellas realizadas con sus propias manos y muchas de ellas aprendidas de técnicas ancestrales como artefactos matemáticos mayas, juguetes de madera, trajes típicos colimenses, jícaras de calabaza con escenarios colimenses y hasta jabones naturales.
Acompañando a este escenario, cinco compañías de danzas indígenas participaron en una demostración bailable de la que los visitantes disfrutaron plenamente. De esta forma se realizaron demostraciones de los grupos Danza Sonajera de Tecomán, Danza de la Conquista Española de Coquimatlán, Los Chayacates de Ixtlahuacán, Danza Prehispánica de Manzanillo y Danza Apache de Tecomán.
Al evento acudieron personalidades municipales y estatales a los que se les colocaron collares de flores, corona de pan y se les dio un bastón como muestra de respeto de los pueblos indígenas de la zona. Además, se hizo un homenaje póstumo al Maestro Antonio Enciso Núñez, quien fue un impulsor del tema.
En esta edición se recibieron a más de 3 mil visitantes quienes dejaron una derrama económica importante para la gente de las comunidades aledañas.